Espantosa nueva normalidad txuri urdin

➔ La Real ha vuelto horrible del confinamiento, una versión desdibujada, plana, vulnerable e irreconocible que puede destruir su plan europeo

➔ El fútbol resulta en ocasiones paradójico y doloroso. El primer equipo que quiso volver, un mes antes que el resto, el que presumía de tener a sus integrantes en plenitud a pesar de las limitaciones del confinamiento, el que apostó por jugar a hacerse el remolón para que se suspendiera LaLiga y quedarse con su cuarta plaza, resulta que es el que peor ha vuelto de la pandemia. En Anoeta, el estado de alarma sigue vigente tras dos partidos sumamente decepcionantes. Esta nueva normalidad de que goza la ciudadanía, la libertad para ocupar las calles y cruzar algunas fronteras, es lamentable en lo futbolístico.

Y es que la Real parece haber perdido en 180 minutos todo aquello que le llevó a ser cuarta y a la final de Copa -ahora parece que está bien aplazada tal y como están las cosas-. Ni tiene jerarquía en el juego, le falta la precisión necesaria para superar las líneas, confianza para arriesgar y echa de menos a sus mejores elementos, especialmente a Odegaard, que parece que sigue confinado. El juego alegre y lleno de recursos que tantos puntos ha aportado no ha pasado a la siguiente fase. En este escenario, la Real mira mucho más a los equipos que vienen de abajo, sobre todo ese Villarreal que ha vuelto imparable, que al ambicioso objetivo de ser terceros que le marcó Olabe.

El partido de mañana contra el Real Madrid en Anoeta lo marcará todo. Es el momento que vuelva la Real. El fútbol lo hizo hace ya semana y media ●