La Segunda B Pro es el futuro
Lograr la clasificación para la nueva categoría que va a crear la Federación Española será obligatorio si se aspira a crecer porque los ingresos, la repercusión mediática y los buenos jugadores estarán ahí
La próxima temporada la Segunda B estará marcada por la creación de la Segunda B Pro que anunció la RFEF hace unas semanas. Aún se desconocen muchas cosas de la nueva categoría que la federación va a poner en marcha, pero si hay algo seguro es que el dinero, la repercusión mediática y el futuro inmediato pasan por ser uno de los 40 clubs que formen parte de la que será la tercera categoría del fútbol español. Porque lo primero y más importante es que no clasificarse para jugar la Segunda B Pro supondrá, de facto, un descenso.
La Segunda B Pro va a ser una categoría en la que la RFEF va a poner toda la carne en el asador. En su guerra con y la LFP, la Federación Española pretende convertir la nueva categoría en una competidora directa de la Segunda División por lograr ingresos. Su idea pasa
Javier Tebas
por convertir la Segunda B Pro en una categoría en la que tengan cabida grandes ciudades como Murcia, Alicante, Cartagena, Huelva, Logroño, Pontevedra, León, Salamanca, Burgos, Lleida, Sabadell, Badalona, Marbella, Córdoba o Mérida, grandes mercados a los que se sumarían importantes filiales de equipos de Primera como el Castilla, Atlético B, Athletic B, Sanse, Osasuna B, Villarreal B, Barça B o Sevilla Atlético.
Con ellos, la nueva categoría se convertiría en una oferta atractiva para cualquier operador televisivo, por lo que el contrato que pudiera conseguir la RFEF sería importante y los ingresos para los clubs, por ende, jugosos. Eso sin contar la proyección que ofrecería la nueva categoría y que supondría un reclamo importante a la hora de buscar patrocinadores y otros ingresos que les ayudarían a crecer exponencialmente respecto a los clubs que se queden en el escalón inferior ●