Imanol Alguacil esconde sus cartas
➔ Por primera vez desde el parón, no da la convocatoria hasta el día del partido
➔ Al enemigo, ni agua y en el desierto, polvorones. Por primera vez desde que se reanudó LaLiga, Imanol Alguacil no ofreció la convocatoria de su equipo en la víspera del partido. Está decidido el entrenador oriotarra a no dar ninguna pista, por leve que sea, a uno de sus homólogos que más pormenorizadamente analiza al rival y de los que mejor han sabido desactivar las armas de los txuri urdin en las últimas campañas, José Bordalás. El técnico de la Real también persigue cambiar el rumbo del equipo al parecer variando algunos de sus hábitos.
Para hoy queda la incógnita de saber si decidió variar su habitual forma de proceder y no ofrecer su lista de 23 para ocultar alguna sorpresa en forma de presencia o ausencia. En principio, en la práctica de ayer, la última antes del encuentro, se ejercitaron los mismos jugadores que en la del sábado. Tampoco Bordalás dio su convocatoria.
Será hoy mismo cuando los jugadores pongan rumbo a Madrid en vuelo chárter y cuando se sepa qué futbolistas ha incluido Imanol en su expedición. Con las ausencias ya sabidas de Llorente por sanción y de Illarramendi, Guevara, Sangalli y Barrenetxea por lesión, lo que queda por saber es qué seis jugadores del Sanse acompañarán a los integrantes del primer equipo en su viaje hacia la capital.
Zubimendi y Roberto López, habituales en las citaciones, parecen seguros, y también el tercer portero, Zubiaurre, al que también ha incluido en las últimas convocatorias. Sin Llorente, parece garantizada asimismo la presencia del central zurdo Pacheco y es probable la de Aranbarri.
Para las otras plazas opositan Näis Djouahra, Lobete, Robert Navarro y Xeber Alkain ● ace un año, reconstruía con fichajes de envergadura un equipo que había fracasado otra vez en su lucha por volver a Europa. Hace dos, halló en la figura de un inquilino para el banquillo que no quisieron ser y .Es verdad que hace tres saboreaba las mieles continentales con la sexta plaza, pero en los junios anteriores hasta 2014 rumiaba un curso más de sinsabores y poca ambición. A siete jornadas para acabar la presente Liga, la Real está metida de pleno en la batalla por alcanzar un puesto europeo, el que debe ser su hábitat natural. Y es finalista de Copa. Como dijo todos firmaríamos estar en la misma tesitura cada final de temporada. Estos cuatro partidos han sido una invitación al abandono, al ‘ahí os quedáis'. Pero esta Real ha ofrecido motivos futbolísticos de sobra para seguir creyendo, a pesar de tanto zurriagazo moral en la línea
Imanol, Olabe Garitano Emery Gracia
de flotación cuando más se necesitaban estímulos. La situación sigue siendo de privilegio, aunque urge ganar e ilusionar de nuevo
Es curioso: pasan años, jugadores, técnicos y el mal sigue siendo el mismo. La Real es un hermoso palacio con un tejado de cristal. Cuando hace sol y todo va bien, resplandece. Pero a la primera tormenta o pedrada, se viene abajo. Cada contingencia les noquea. Esta vez ha sido el parón por la pandemia y el fiasco de no ganar ante Osasuna y Alavés. La mentalidad no es su fuerte. Pero eso debe cambiar y Getafe es el lugar más propicio para un punto de inflexión. Hace falta que los realistas se adueñen del espíritu canalla de Charly Good, que, con el equipo presa del pánico en el bus de Cádiz, dijo aquello de: ‘Aquí está Charly y Charly está bien. Pasadme que marcaré tres goles'. Y lo hizo para ascender ●
Carlos Bueno,