Sería una gran pérdida
odavía no es oficial y la Real tiene intención de luchar hasta el final, pero el destino de Martin Odegaard parece marcado y no está en Anoeta, sino en el Santiago Bernabéu. Aunque todos de alguna manera, quizá más por deseo que por conocimiento, dábamos por segura su continuidad, existía al mismo tiempo un temor obvio de que Zinedine Zidane quisiera recuperarle para el Real Madrid. Y es que es muy lógico que el entrenador galo quiera contar con un futbolista de tamaña calidad y compromiso sin parangón. El técnico francés, herido por la eliminación de la Champions, sólo le ha pedido un jugador a su presidente. Y no es Neymar ni cuesta 150 millones. Es Martin Odegaard y les sale gratis porque es suyo. Si el de Drammen se marcha, el Madrid cometerá una deslealtad de enormes proporciones con la Real, porque se comprometió a cederlo dos años. No se firmó porque no existe la fórmula. Quizá es tiempo de ir rompiendo ciertos lazos, pero esto es lo de menos. Lo importante es que es casi imposible que la Real encuentre en el mercado un futbolista del talento, la ambición y la capacidad de sacrificio del noruego. Más allá de sus siete goles y nueve asistencias en 36 partidos oficiales entre Liga y Copa, queda su aportación desde el primer día y su perfecto encaje en un engranaje futbolístico y cultural. La entrega absoluta a su profesión es exagerada. Si se confirma su marcha, no queda otra que bucear en el mercado buscando opciones por lo menos similares. Y mirar dentro. ¿Oyarzabal centrado? ●