El puesto más delicado
l eslabón más débil de la Real la pasada temporada fue el centro de la defensa. Más allá de que encajara más o menos goles por los errores atrás, pasó mucha factura que Imanol no pudiera alinear una pareja estable de centrales. La sucesión de cambios suele ser nociva en este flanco. Es la zona que mayor asentamiento necesita para el buen funcionamiento de un equipo. Con más razón en una Real dotada de imaginación y calidad por arrobas en su centro del campo e ingente dinamita en su delantera. Un arsenal de mayor calibre ahora, gracias al fichaje de David Silva . En cambio, la parte de atrás centra necesariamente el análisis de la dirección deportiva. Le Normand central regular por antonomasia. Y fue renovado hasta 2024. Aritz Elustondo, que aunque puede actuar con naturalidad como lateral para Imanol primero es central, también firmará una ampliación hasta el mismo año, a expensas de que las lesiones le permitan rendir con mayor regularidad. En el resto de la formación florecen las dudas. La Real tendrá que calcular al milímetro si vender, en caso de que se presente la ocasión, a un Llorente dubitativo el año pasado. El cuarto en discordia es un Sagnan con cara de ser cedido de nuevo, por lo que si Llorente saliera, el club se vería obligado a actuar, ya que sólo quedarían Aritz y Le Normand. Una solución puede ser acudir al mercado, pero sin olvidarse que ahí está Jon Pacheco, un defensa zurdo, alto y con hechuras. Y hay veces que esperar mucho con los jóvenes de la casa es lo mismo que perder el tiempo ● fue el