Siempre salía en la foto
uando comenzó a meter goles sin parar y a abastecer a sus compañeros de precisos balones desde atrás, la Real parecía haber encontrado en Diego Llorente un mirlo blanco por sólo seis millones de euros. Pero la tozuda realidad dicta que el central madrileño no ha sido durante estos tres años el líder de la zaga autoritario e indiscutible que se esperaba. Nadie duda de que sus condiciones son óptimas para serlo, por físico y por calidad. Pero tampoco es casualidad que Llorente haya salido en tantas ocasiones en la foto de los goles en contra de la Real. Sus errores, por arriesgar como le podía su entrenador, por alguna desconexión puntual o por excesiva confianza en sus propias virtudes, han costado muchos disgustos, muchos puntos. Eso sí, el delantero centro txuri urdin, sea quien sea el que vaya a jugar, le va a echar mucho de menos porque nadie le pone balones como Llorente. La muestra de que en la Real no estaban muy convencidos con él es que siempre estuvo en el mercado. En el club escucharon ofertas por él desde el primer verano. Al central no le ayudó, claro, jugar en la izquierda. El estilo de juego de Imanol requiere que el central de ese flanco sea zurdo, para que pueda sacar el balón con precisión y naturalidad. Es normal, en consecuencia, que el entrenador, que ve verde todavía a Sagnan, esté reclamando uno con insistencia. El primer paso para que llegue era la salida de Llorente, por lo que es de esperar que su sustituto no tarde en llegar. El madrileño llegó por siete ‘kilos’ y se va por 16. Un fichaje rentable ●