La buena intención no es suficiente
Netflix acaba de estrenar la serie documental ‘Somos los Brooklyn Saints'
Las plataformas de streaming, y de manera muy especial, suelen interesarse por las series documentales que tienen el deporte como herramienta pedagógica para encauzar niños y jóvenes en situación de riesgo social. Son historias que conllevan una épica que narrativamente atrapa al espectador. Es el caso de
Netflix ‘Coach Snoop’, ‘Last Chance U’, ‘Basketball or nothing’ ‘Undefeated’.
o Este tipo de series documentales se nutren de las historias personales de los protagonistas para añadirle la heroicidad del esfuerzo, la resiliencia, el talento y conseguir relatos cargados de emotividad.
Uno de estos casos es
(‘We’re the Brooklyn Saints’), una serie documental que se acaba de estrenar en Netflix, de solo cuatro capítulos de cincuenta minutos, que relata el día a día de un equipo juvenil de fútbol americano de una de las zonas más desfavorecidas de Más allá de los resultados del equipo se preocupan de convertirse en una segunda familia que aporte valores, actitudes y conductas que sirvan a estos niños entre 7 y 13 años para afrontar sus vidas con buenas oportunidades educativas y un futuro mejor.
El documental tiene la mejor de las intenciones y se ha centrado en un equipo que, sin ninguna duda, lucha por una causa muy noble. Su objetivo es “salvar una vida cada año” dicen los responsables. Pero televisivamente hay algo
Nueva York. ‘Somos los Brooklyn Saints’
que chirría. Por un lado, la monotonía narrativa. Todos los capítulos se parecen tremendamente y no saben singularizarse por situaciones especiales. Y por otro lado, la mirada. Tienes la sensación que la efectividad pedagógica de los es relativa, las estrategias algo dudosas y la manera que tienen las cámaras de observarlo aún más. Todo el relato se centra en los personajes masculinos. Los femeninos son relegados a unas figuras de fondo o madres que animan en los partidos. Padres, hermanos, tíos, entrenadores y niños. Todos los adultos hombres pontificando delante de la cámara unos mensajes repetitivos, muy simples y en bucle que no generan interés. Y acabas la serie con la sensación que con la excusa de la buena causa nos intentan colar como interesante una historia que, contada como lo han hecho, no lo parece en absoluto ●
Brooklyn Saints