Mucho ruido y pocas nueces

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Los grandes traspasos son siempre el picante de invierno y verano. Por saber quienes son, de donde salen y luego seguir la pista de como lo harán. Lamentablemente, no siempre es para bien y la inversión de los clubs no se compensa con el rendimiento de los futbolistas.

Un caso sangrante, y que no está haciendo mucho ruido, es el de .El delantero del Nápoles ha hecho evidente que la frase ‘mucho ruido y pocas nueces' se dice por algo. Eso es lo que ha sido su traspaso. De hecho,es una de las razones también de la mala temporada de los italianos, que se gastaron 70 millones de euros en el nigeriano el pasado verano y parece difícil que se vaya a poder justificar esa operación. Lo deberían hacer sus goles, pero la ausencia de ellos no es lo más preocupante del caso.

El Nápoles, sin punta fijo y buscando el relevo de buscó en su solución. De hecho, pareció una jugada maestra puesto que se adelantó a varios clubs de la Premier League, que habían mostrado interés en el punta. Si no fueron por él es porque algo vieron. Y no se equivocaron.

Mertens, Victor Osimhen Osimhen

Lo cierto es que 70 millones de euros mediante ha jugado únicamente 15 partidos con la samarra azurra, y la gran mayoría saliendo desde el banquillo. No ayudan ni sus actuaciones ni tampoco sus números a revertir la situación. En estos encuentros el nigeriano ha sido capaz de ver portería en solo dos ocasiones, y asistiendo también solo una vez. Se le ve lento, pesado y sin entender el juego del equipo. Ante el Granda fue un quiero y no puedo constante para un futbolista que fue el tercer fichaje más caro del pasado verano, solo superado por (Juventus) y

(Chelsea).

Ahora resulta chocante escuchar que se pagaron

70 ‘kilos' por un jugador que está ofreciendo este rendimiento. Más, si se tiene en cuenta de que en su primera temporada en el Lille tampoco es que rompiera registros goleadores. Hizo 18 en 38 partidos, números para no volverse loco, pero el mercado se ha vuelto codicioso en los últimos años y ya no se tiene la misma prudencia. A ver si aprende la lección el Nápoles ●

Osimhen Arthur Kai Havertz