Salvador Dani Olmo
Es muy pronto, pero es probable que el gol de ayer de Dani Olmo en el minuto 92 se recuerde como la clave para que la selección española estuviera en el Mundial. Lo que sí demostró el partido ante Georgia es que más que nunca no hay rival pequeño. El equipo de Luis Enrique supo reaccionar en la segunda parte y mereció al final el triunfo cuando ajustó las transiciones del rival, impidiendo que intimidara, y dando entrada a Dani Olmo para jugar más por dentro y aprovechar la conexión entre Pedri (¡vaya partidazo del azulgrana!) y Alba, menos prolífica en la primera mitad con la posición de Bryan Gil.
LUIS ENRIQUE DIO ENTRADA al andaluz del Eibar con buen criterio ya que había sido uno de los destacados en los minutos que aportó ante Grecia. Pero el ataque estático de España no tuvo desborde. La falta de capacidad para desbordar, sin embargo, contrastó con el mejor futbolista de Georgia Kvaratskhelia, capaz de crear peligro en la defensa española que se cargó de amarillas demasiado pronto. Tras el descanso, Luis Enrique apostó por frenar las transiciones y potenciar la banda de Alba, que cuajó un buen partido en su reaparición. El gol de Ferran llegó en el 56, con mucho tiempo por delante, tras una de las pocas buenas jugadas ofensivas.
EL GOL DE DANI OLMO contó con el fallo del meta georgiano que dio la impresión de que quería atajar el balón y acabó despejándolo mal. Pero la selección ya había creado peligro y era necesario también que se disparara fuera del área. Dani Olmo ya había enviado un tiro al larguero ante Grecia y ayer acertó. Es muy difícil que el único recurso para marcar sea llegar hasta la cocina, más si no existe capacidad para desbordar. Por eso, el chutazo de Olmo actuó como gol de oro en una clasificación para el Mundial que será más difícil de lo previsto. Sin embargo, el tanto salvador abre un futuro mucho más positivo a una selección que necesita la máxima intensidad para poder ganar los partidos, cada día más difíciles ●