El efecto Calleja ya se deja notar
➔ El cuadro babazorro suma dos victorias consecutivas 17 meses después
➔ Algo ha cambiado en Mendizorroza. La llegada de Javi Calleja ha generado el impacto deseado en un Alavés que hasta hace bien poco era el farolillo rojo de la competición. En apenas quince días, el técnico madrileño ha sabido dar con la tecla para resucitar a un equipo que no carburaba con su predecesor, el Pitu Abelardo.
De hecho, en tres partidos Calleja ya suma más puntos que en todo el periplo del asturiano, quien tras sustituir a Pablo Machín terminó con un pobre balance de 5 unidades en 11 partidos. En solo tres encuentros en el banquillo babazorro, el ex del Villarreal no conoce la derrota y ha logrado 7 puntos balsámicos para que el equipo ha- ya abandonado el último puesto y también la zona de descenso.
Las dos últimas victorias frente a Huesca y Villarreal, cosechadas de manera consecutiva, son un hi- to que no se veía en Mendizorroza desde hacía 17 meses. La última vez que los albiazules enlazaron dos triunfos consecutivos fue en la temporada pasada, cuando logra- ron superar al Valladolid (3-0) y al Eibar (0-2) en las jornadas 13ª y 14ª, con Asier Garitano en el banquillo. Con ellas, el objetivo de la permanencia se ve mucho más cerca ●
El partido comenzó igualado. El Eibar es el colista, sí, pero no lo es por falta de carácter pues siempre pelea los partidos independientemente de quien sea el rival. Sin embargo, el que ayer tenía enfrente era el Granada, uno de los que mejor nada en las aguas de la competición. Y pronto lo demostró.
A los 20 minutos, y después de una breve revisión del VAR, Roberto Soldado abrió el marcador. Una vez más, el delantero de 35 años demostró que la edad es solo un número, que lo que importa es la actitud y de eso al ‘9’ le sobra. Recibió un pase de Puertas y, tras girarse, abrió fuego hacia la escuadra izquierda de Dmitrovic.
Obligado a responder, el Eibar se lanzó al ataque pero sin éxito y Puertas, aprovechando un despiste general de la defensa armera, hizo el segundo con un disparo desde fuera del área.
Tras el descanso, Mendilibar agitó el árbol con su pizarra dando
entrada a Pedro León y, después de que el murciano perdonara una ocasión clarísima, el gol terminó cayendo gracias a un gran movimiento de Kike García dentro del área. Entonces el Granada, poco amigo de las sorpresas, se empleó con ahínco (y con acierto) en cerrar el partido y lo hizo con otro gol de Soldado. Ya para las estadísticas quedó el gol de Kennedy que aprovechó un fallo grosero de Cote para hacer el cuarto que cerró la cuenta ●