Huérfanos de ‘killer’
La Real está haciendo una gran temporada hasta la fecha pese a que los fichajes del pasado verano, que se consideraban muy relevantes estratégicamente, no han funcionado y se les está acabando el tiempo. Era vital que se atinara en la elección del delantero centro y del sustituto de David Silva y de momento la aportación de ambos es muy pobre; de hecho, no queda plasmada en ninguna estadística -asistencias y goles-, con la excepción del tanto de André Silva ante un Segunda RFEF como el Andratx. A esta Real la sujetan la guardia pretoriana a la que Imanol lleva adiestrando un lustro entero -los Remiro, Aihen, Le Normand, Merino, Zubeldia, Zubimendi y Oyarzabal -más los fichajazos de 2022 -Brais y Kubo-. La calidad de André es indiscutible, pero el riesgo de fichar un futbolista lesionado se ha confirmado que era excesivo. La elección era Sorloth, una garantía de rendimiento desde el minuto cero, gol y acoplamiento. Pero la Real pecó primero de excesiva confianza y luego de prudencia (esto, más lógico). La estrategia era dejar pasar el tiempo (como el verano anterior) para ablandar las voluntades del Leipzig y del jugador, pero en ésas llegó el Villarreal con los millones calentitos por esas ventas de futbolistas vitales que le han mandado a la parte baja de la clasificación en Liga y el noruego se fue donde le pagaban y al club que actuó con decisión. La Real entendió que invertir en torno a 45 ‘kilos’ entre traspaso y ficha de cinco años era hipotecarse demasiado. Imposible saber qué habría sucedido con el vikingo ahora. Pero la Real sigue huérfana de un ‘killer’ ●