El orgullo charrúa
Los uruguayos reclaman el fútbol casi como propio, como el mate, el asado y a Gardel. Hablan de la gloria cosechada por su selección con el mismo orgullo con el que cada futbolista se siente guerrero cuando se enfunda la camiseta celeste. De otra forma no podría entenderse ese increíble palmarés que presenta el combinado de un país con sólo 3,5 millones de habitantes, millón y medio más que Euskadi: dos Mundiales, dos Juegos Olímpicos y 15 Copas América es, hasta ahora, su legado, además de futbolistas de primer orden planetario como
Luis Suárez, Cavani, Forlán, Francescoli, Godín, Lugano, Schiaffino...
Euskal Selekzioa difícilmente podría tener un enemigo más aguerrido para un día festivo como el de hoy. No será la favorita para ganar el próximo Mundial, tiene ausencias como la de
Núñez o pero es seguro que esta selección de
y en el banquillo no hará prisioneros en San Mamés. Están preparando la Copa América de este verano y, sobre todo, están defendiendo el honor de un ‘paisito’, como ellos mismos lo denominan. Y enfrente una Euskal Selekzioa que vuelve al ruedo con una selección muy menor. Habrá fiesta en Bilbao, pero quizá no se han reunido las mejores armas para una reivindicación: los realmente buenos, los mejores, o están en selecciones oficiales o, lo que es más triste, no están autorizados por sus entrenadores para jugar un rato esta noche porque prima el equipo que les paga. Esto sería inexplicable para un uruguayo. En todo caso, buen partido para disfrutar en este parón liguero ●