IMANOL TIRA M
Sólo tres potrillos han subido y tenido participación esta temporada, menos que en ningún curso del oriotarra Las urgencias en el lateral y la necesaria irrupción de Aramburu ‘inflan’ los minutos del filial en la Real hasta 900
Los pilares del equipo han jugado más que nunca, dejando menos tiempo de juego para el resto
La Real Sociedad está terminando una de las temporadas más exigentes (y largas) de su historia. Tres competiciones, una de ellas la Champions, en la que consigue pasar a octavos tras una fase de grupos sublime. Llega a las semifinales de Copa jugando sólo un partido como local, en las propias semis. Y buscar hacer historia en el club logrando la quinta clasificación europea consecutiva por primera vez. El listón de la exigencia sube y eso tiene sus consecuencias positivas y negativas. Hay un mayor gasto salarial y de fichajes, hay menos oportunidades para los canteranos que en otra época hubiesen hecho carrera en el club, y también hay menos irrupciones de potrillos del Sanse durante la temporada.
Menos ‘ascensos’
Imanol Alguacil ha tirado menos de lo normal del Sanse esta temporada. Quedan partidos pero la
plantilla está casi al completo y no parece que vayan a tener más minutos. Sólo han subido con participación tres futbolistas, menos que nunca en la era del oriotarra en el primer equipo: Magunazelaia, Dadie y Aramburu. En total suman 905’ de juego, en los que destaca la
irrupción del venezolano por urgencias en la posición. Jugó 550’, pero ahora vuelve al filial ante la recuperación de Odriozola. Ninguno está entrenando con la plantilla estas dos últimas semanas.
Hay otros seis potrillos que han ido convocados, con la flexibilidad
que suponen las convocatorias de 23, pero sin minutos: Marín, Fraga, Ayesa, Rupérez, Jon Martín y Fiabema. El caso más extraño es el de Marín, que jugó 17 partidos la pasada campaña y ha ido 19 veces convocado en esta, sin oportunidad de jugar pese a las bajas constantes en
su posición y el ataque. Jon Martín, pese a su pretemporada y salto de calidad no ha tenido la opción de debutar aún ante el poderío de la pareja titular de centrales.
Roberto Olabe trató de diseñar una plantilla más larga y completa para afrontar el gran reto. Los fi
chajes no han terminado de funcionar pero llenar los 25 huecos sí que ha permitido a Imanol tener recursos suficientes con, además, canteranos ‘ascendidos’ como Olasagasti, Urko o Marrero, ya con ficha del primer equipo. Eso sí, urgencias ha habido, como otros años. Las lesiones
han generado problemas pero Imanol ha sido más conservador a la hora de buscar soluciones, salvo en el caso de Aramburu, que confió ciegamente en él.
En la pasada campaña seis jugadores del filial tuvieron minutos, sumando un total de 34 partidos jugados. En la 21/22, ocho potrillos y 48 partidos. Ya en las dos primeras temporadas de Imanol se puede observar un bajón considerable. En la 20/21 sólo cuatro jugadores para un total de cinco partidos y menos de 150 minutos, y en la 19/20, sin competición europea y con pandemia, cuatro jugadores (entre ellos un Zubimendi estelar) y 16 partidos.
Los pilares juegan más
Una de las realidades que deja esta quinta temporada completa de Imanol es la utilización masiva de sus pilares. Los ha exprimido al máximo y ha confiado en ellos de manera total. A falta de siete jornadas ligueras, el caso más claro es el de Zubeldia (3.608’). El azkoitarra ya ha jugado 450’ minutos más que en toda la temporada pasada, siendo titular indiscutible en ambas
dos. Zubimendi, que es el jugador de campo que más juega esta temporada (3.645’), está a sólo 100 minutos de la marca del curso pasado y, estando sano, con Europa en juego y con sólo un partido semanal, lo raro sería que no lo jugase todo (630’). Mismo caso para Merino (3.080’ en la 23/24 y 3168’ en la 22/23). El que ha rotado algo más, al pasar a ser fijo con España y tener algún problema físico extra, es Le Normand, pero también apunta a superar claramente los 3.515 minutos del curso pasado. Brais, si no llega a lesionarse, también hubiera mejorado cifras, y Kubo, pese a la Copa Asia y varios contratiempos, también está en disposición de hacerlo. Esto, evidentemente, deja menos hueco para suplentes y, ni qué decir, para jugadores del filial