Anoeta, a los pies de David Silva en su merecido adiós
La afición realista se despidió del astro canario, pero no pudo gozar de un triunfo
A la afición de la Real le tocó dar, pero no recibir. La parroquia realista se entregó en cuerpo y alma a la merecida despedida del ya exjugador David Silva, que recibió un destacable presente como la insignia de oro y brillantes pero no la alegría de una victoria.
Su presencia en el verde de Anoeta era el principal aliciente del encuentro de la Real Sociedad ante el Real Madrid, más allá de lo deportivo. El club donostiarra y toda su afición rindieron homenaje a una leyenda del fútbol mundial como David Silva en los prolegómenos del encuentro, además de hacerle entrega de la prestigiosa insignia de oro y brillantes del club. El canario pudo decir adiós a su última casa futbolística desde el verde, pegándose una buena ‘calada’, y recibiendo el calor y cariño de toda la parroquia realista.
Había muchas ganas de realizar el homenaje y de apoyar al equipo en busca de recuperar sensaciones como local. Hasta el himno ‘Txuri urdin’ a capela se cantó con más fuerza, y también al unísono, que otras veces.
Pero antes de comenzar con la animación se hizo un breve silencio porque tocaba ver por última vez en el verde de Anoeta a una estrella muy querida: David Silva. El astro canario saltó al verde de Anoeta a las 20:57 horas con su hija pequeña en brazos aunque, visto el diluvio, la dejó rápido en manos de personal del club para que no se mojara.
Tanto Real Madrid como Real Sociedad realizaron un respetuoso pasillo a todo un campeón europeo, mundial, inglés y, sobre todo, de Copa del Rey con la Real. Anoeta se entregó a la causa, estando a los pies de Silva en su último adiós. Le acompañó en el paseo Jokin Aperribay, presidente realista, que le dio un emotivo abrazo antes de colocarle la insignia de oro y brillantes del club en la chaqueta. Entonces llegó el momento de ver por última vez en Anoeta a la zurda mágica del mago de Arguineguín. Realizó el saque de honor con el detalle de pasar el balón a sus excompañeros y amigos, como dándoles fuerza para superar el reto que tenían por delante. Se marchó envuelto en un eterno aplauso de agradecimiento del público, no antes sin posar con el once titular realista. Desde el palco no pudo aportar su magia y el equipo la echó en falta.
Teloneros de lujo
No lo habrán sido muchas veces en su exitosa trayectoria, pero esta vez el famoso grupo donostiarra La Oreja de Van Gogh actuó como telonero del homenaje a Silva y del Real Sociedad-Real Madrid. La conocida banda interpretó la clásica canción ‘20 de enero’ para animar a un estadio aún frío y sin llenar. También se pegaron un buen ‘chapuzón
Ambos equipos hicieron un pasillo a Silva, que realizó el saque de honor
Tanto el crack canario como los ‘teloneros’ de La Oreja de Van Gogh se ‘calaron’