Pleno de Carlo Ancelotti antes de Múnich
El entrenador italiano venció pese a hacer rotaciones y recuperará para la Champions a dos piezas clave como Rodrygo y Ferland Mendy
Arriesgó y le salió bien a Carlo Ancelotti. Cierto es que, a 11 puntos del Barcelona y quedando solo seis jornadas, la decisión de rotar tampoco era una con la que se corrieran grandes riesgos pero la realidad es que todo lo que le podía salir bien al italiano, le salió mejor. Ahora está a 14 puntos de distancia sobre el Barcelona, a 13 del Girona y solo a cuatro de ganar LaLiga de forma matemática.
Y todo, en parte, porque en San Sebastián ganó, no encajó y dio confianza a los menos habituales y descanso a los titulares, venciendo a una Real Sociedad que se quedó pensando en el gol anulado a
Kubo pero que también fue una buena piedra de toque para lo que realmente interesa a los blancos en estas alturas del curso: la Champions League.
Y es que sin espacio apenas para saborear la victoria en el Reale Arena, los madridistas se entrenaron en Valdebebas este sábado donde Rodrygo y Mendy, que trabajaron a pleno rendimiento con el grupo, se apuntaron ya para el duelo ante el Bayern de Múnich que comenzó a prepararse con todos los efectivos a punto salvo David Alaba, que sigue recuperándose de su lesión de rodilla.
En cuanto al resto de jugadores, Carletto podrá contar con todos ellos y la única duda es la de saber cuáles serán sus elegidos pues, ante la única baja de Carvajal por sanción, lo cierto es que el entrenador italiano podría optar por varias opciones en su defensa que saldrán de la elección entre Militao, Tchouaméni o Nacho para acompañar a Rüdiger en la defensa.
Güler recoge el guante
Por su parte, el nombre propio del fin de semana en el club, que está claro que es el de Arda Güler, se entrenó junto a sus compañeros después de su estreno como titular y de marcar su segundo gol en Liga precisamente en la semana en la que Ancelotti apuntó que le daría minutos y en la que él mismo, con el objetivo de hacer piña en el vestuario, celebró una barbacoa en su domicilio. Allí estrechó lazos con sus compañeros que fueron los primeros en acercarse a celebrar con él un gol que, a la postre, fue decisivo.
Por su parte, en el apartado de noticias no tan positivas quedó la actuación muy discreta de Dani Ceballos que, a diferencia de Güler, no aprovechó tanto su oportunidad. El sevillano vive su temporada más gris, marcada por las suplencias y la irregularidad a la que le obligan sus lesiones y, pese a que renovó el curso pasado hasta 2026, aparecen de nuevo los ‘fantasmas’ de una posible marcha este próximo verano