Hubo tanto ruido
Apartir del 26 de mayo, va a haber tres meses para informar, especular, enjuiciar y hasta despellejar al más pintado. Va a ser un verano intenso en lo deportivo, por la Eurocopa y los Juegos Olímpicos, en lo informativo y en lo que a corrillos hace referencia. La Real fichará quizá más de un ariete, lo normal es que pierda a algunos de sus pilares y cobre por él una buena cantidad, hay renovaciones que realizar, empezando por las estratégicas de Merino ylade Imanol... Pero para que todo eso que tenga que ocurrir sea más grato, convenza más, es radicalmente necesario que la Real se clasifique para Europa. Y para que eso suceda, el partido de este mediodía es determinante. Ganar a Las Palmas es tanto como decirle a los rivales que lograr la sexta plaza va a estar muy caro, pero ojo con no vencer, que la sensación de vulnerabilidad, vértigo y fatiga que transmitiría la escuadra txuri urdin no pasaría inadvertida para nadie. Si no se les gana por fútbol, hay que hacerlo por coraje y orgullo, porque los grancanarios llevan tres meses en chanclas y con el mojito en la mano.
En las últimas semanas, ha habido excesivo ruido alrededor: las informaciones sobre Le Normand y el Atlético, algunas críticas desaforadas a Imanol , el lamento (lógico) por la escasa aportación de los mal llamados refuerzos veraniegos, las andanzas televisadas de un niño muy alto nacido en 2012... Incluso en la sección femenina se ha vendido a una jugadora y anunciado la no continuidad en puertas de una final que, desde luego, se transmite que se da por perdida.
Ruido. Hacen falta calma, el mojo picón de los goles y cohetes. Hace falta Europa