Messi pide paso
A LUIS ENRIQUE LE MOTIVA especialmente el Bernabéu. Casi le excita. No existe ninguna duda de que el técnico del Barça saldrá a ganar el Clásico con los mejores, Messi incluido, que ayer entrenó con total normalidad por primera vez con el grupo. Si hay alguien a quien detesta sin disimulo el Bernabéu del universo blaugrana es a Luis Enrique, una relación de aborrecimiento recíproca que perdura desde que el asturiano salió de mala manera del Real Madrid en 1996 para fichar por el Barça de Robson. Nunca ha sido bienvenido en Madrid porque Lucho siempre ha dejado ver su animadversión hacia la Casa Blanca, como en el hecho de no pronunciar el nombre del club. Por si había dudas, en cierta ocasión señaló que no se reconocía de blanco en los cromos.
EL BARÇA PREPARA UN DUELO sin tregua, dándole al choque la máxima prioridad. Lucho es el primero en respetar el potencial y el momento crítico que vive el máximo rival, pero arriesgará para dar un golpe de timón a la Liga y dejar tocado al Real Madrid. En el entrenamiento de mañana será la hora de efectuar el recuento de todos los efectivos que vuelven de la jornada internacional. Si no hay malas noticias, si todos vuelven en condiciones, la alineación del Bernabéu estará perfectamente definida en la pizarra con Neymar, Messi y Luis Suárez como tridente ofensivo y tres centrocampistas de referencia, Busquets, Iniesta y Sergi Roberto ya que Rakitic llegará muy justo a la cita.
LAS BUENAS SENSACIONES DE Messi se van confirmando día a día. Un Clásico no es un partido cualquiera a pesar de que el Barça lo afronta con confianza y Leo ya ha demostrado su madurez para saber si ha de arriesgar o no. Si el mejor jugador del mundo está en condiciones, lo lógico es que juegue desde el primer minuto. Es el regalo que esconde Luis Enrique ala afición blanca que le silbó cuando las cosas no le iban nada bien en lo deportivo y en los despachos