Gerard Piqué, leyenda a los 30
El central alcanza la treintena después de ganarlo todo, pero todavía quiere más
El 2 de febrero de 1987 nació en Barcelona Gerard Piqué Bernabeu, por aquel entonces era el nieto del directivo del Barça Amador Bernabeu, al que le faltó tiempo para ir corriendo a inscribirle como socio. Hoy, treinta años después, ese niño, culé de cuna, es una de las figuras más emblemáticas de la historia del FC Barcelona. Uno de los futbolistas más laureados y más queridos por la afición. Y lo mejor, que todavía tiene el hambre de títulos intacta. Lo ha ganado todo, sí todo, pero todavía quiere más. Lo demuestra día a día sobre el terreno de juego, y, cuando le dejan, fuera de él también.
Los 2 de febrero se han celebrado siempre de forma especial en la familia Piqué-Bernabeu, pero hace unos años que la fiesta es doble. El destino quiso que Shakira, pareja de Gerard y madre de sus dos hijos –Milan y Sasha- naciera también un 2 de febrero. En concreto diez años antes que Piqué. De ahí que Gerard muestra un dos con cada mano cuando marca goles, que, por cierto, últimamente lo hace más a menudo.
A lo largo de su carrera futbolística ha ido pasando por diversas etapas. Le tocó madurar antes de tiempo cuando con 16 años hizo las maletas rumbo a Manchester. La ilusión de su vida era triunfar en el equipo de su corazón pero la razón le llevaba a Manchester para seguir creciendo bajo la tutela del que fue un padre futbolístico para él, Sir Alex Fergusson. Allí aprendió lo que era vivir lejos de los suyos, ganó en músculo pero sobretodo se llevó un aprendizaje impagable al compartir vestuario con figuras como Gary Neville, Van der Sar, Rio Ferdinand, Giggs o Paul Scholes.
Tras un breve paso por el Zaragoza, del que guarda grandes recuerdos, Gerard volvió a su casa, el verano de 2008, como candidato a pareja ideal de Carles Puyol en el eje de la zaga culé. Bien pronto se ganó aquella plaza, dejó grandes actuaciones para la historia junto a su inseparable ‘Puyi’ -con el gol final en el famoso 2-6 como clímax- y cuando el ‘capi’ se fue, se quedó con los galones de jefe de la defensa. Los de capitán no los tiene, aún, pero no le hace falta brazalete para ejercer como tal.
Su sentimiento azulgrana y su personalidad, más allá de sus cualidades futbolísticas sobradamente acreditadas, hacen que Piqué aparezca en la mente de una inmensa mayoría de socios del Barça como el presidente ideal al que votarían, pero para eso habrá tiempo. Sin esconder su ilusión por presidir un día el club, ahora sigue centrado en dar lo mejor de sí mismo para engrandecer la historia del club a base de éxitos y títulos. Eso, y en ver crecer a sus pequeños Milan y Sasha, a los que inculca los mismos valores barcelonistas que le infundieron en su día a él Montse y Joan, sus padres, y especialmente su abuelo Amador.
Un palmarés de legendario
Piqué alcanza los 30 años en pleno esplendor y con un palmarés muy lejos del alcance de cualquiera de los grandes defensas de la historia. Si comparamos los títulos de Gerard conseguidos al llegar a la treintena con futbolistas como Beckenbauer, Maldini, Baresi, Krol, Ramos, Koeman, Puyol o Facchetti, los números son más que contundentes. Ninguno ganó más Ligas, Copas o Champions que el central azulgrana
Es el defensa más laureado de la historia a esa edad, con treinta títulos en su palmarés