LLUVIA SIN GOLES
Mendizorroza decidirá uno de los finalistas de Copa tras el 0-0 en un pulso donde el Celta mereció más El Alavés fue mejor en la primera parte, pero Aspas tuvo hasta cuatro claras ocasiones tras el descanso
Mendizorroza decidirá el próximo miércoles uno de los dos finalistas de la Copa del Rey 2016-17 tras el peleado empate sin goles que ayer se registró en Balaídos.
Hubo lluvia, mucha, pero no fue de goles, en un entretenido partido con una parte para cada equipo. En la primera, de mucho tanteo y juego subterráneo, el Alavés estuvo mejor ante un Celta sin chispa y muy nervioso. Pero en la segunda mitad, los celestes, muy superiores, merecieron marcar y llevarse el triunfo, pero el portero Pacheco y los palos evitaron el gol local pues sobretodo Iago Aspas, lo intentó de todas las maneras, pero el balón no quiso entrar. Todas las espadas en lo alto para la vuelta en feudo vitoriano.
El Celta empezó llevando la manija del partido ante un Alavés bien plantado y que esperaba para salir a la contra con veneno.
Los dos, con sus onces de gala, jugaron al tanteo en el arranque. Y en el minuto 5 llegó la primera aproximación medio peligrosa de los locales. Un buen centro chut de Iago Aspas al que no llegó Wass porque Feddal se interpuso.
A medida que avanzaba el encuentro al Celta le costaba Dios y ayuda encontrar espacios ante un
Alavés bien posicionado y que presionaba con cabeza. Los dos equipos actuaban con mucha precaución, tanteándose e intentando evitar errores tontos. Había muchos nervios.
La intensidad inicial pasó a mejor vida y el partido devino un correcalles, sin disparos entre los tres palos en ninguna portería. Y al filo de la media hora el pulso se calentó, viéndose mucho juego subterráneo y faltas y poco fútbol.
Pero en la recta final antes del descanso, el Alavés mereció marcharse con premio a la ducha, pues achuchó a los vigueses y a punto estuvo de marcar. Lo evitó el portero Sergio para desviar con una buena mano un chut mordido de Manu García, tras un buen centro de Camarasa (39’). Y acto seguido también se tuvo que emplear de nuevo el portero celtiña ante una buena internada vasca.
El ‘Toto’ Berizzo debió leer la cartilla a sus hombres en el descanso pues el Celta salió con otra cara en la segunda parte y mereciendo marcar.
Y es que Iago Aspas tuvo hasta cuatro claras ocasiones de gol para haber batido a Pacheco, pero el balón no entró para la desesperación de la parroquia celtiña por culpa de la madera y del buen tra- bajo de un inspirado Pacheco, el portero del Alavés.
La lluvia, que arreció en la segunda parte, dio alas a los locales, que fueron superiores a los vascos, desbordados. En el 58’, Aspas se sacó un chut a bocajarro y Pacheco se lució. Apenas diez minutos después, de nuevo el ariete celeste tuvo otra clarísima, pero su derechazo lo escupió la madera del larguero en el 66’.
No fueron las únicas que tuvo Aspas, desatado en esta segunda parte, pues en el 69’ un cabezazo suyo salió fuera por poco. Y en el 74’ se inventó una chilena, tras gran asistencia de Wass, que de entrar hubiera provocado que Balaídos se cayera. Pero no entraba.
Berizzo puso mucha más carne en el asador dando entrada a dos hombres ofensivos como Pione Sisto y Guidetti, buscando el gol a la desesperada.
Y Pellegrino, como no podía ser de otra manera, movió el banquillo para reforzar la zaga (Vigaray) y hombres de refresco en la banda como Edgar. Precisamente éste último tuvo la única clara para el Alavés en esta segunda parte, pero el portero Sergio le ganó la partida en el mano a mano (77’).
El partido devino frenético con un Celta volcado buscando el gol y un Alavés aculado pero que nunca se descompuso. Guidetti y, sobre todo, Tucu Hernández, con un disparo que abortó el palo y el meta Pacheco (87’) tuvieron el triunfo en sus manos en una recta final en la que el Celta achuchó con todo. Pero el 0-0 no se movió
El portero Pacheco y los palos (dos) evitaron que el conjunto celeste acabara ganando