Ronnie sin duda
UNO DE LOS MEJORES EMBAJADORES
que puede tener el FC Barcelona es Ronaldinho. Hoy no hay duda. Pero no siempre ha sido así. Para la inauguración de la oficina blaugrana en Nueva York, Albert Montagut, el jefe del área global de comunicación del Barça, puso el nombre de Ronnie sobre la mesa. En aquel momento se generaron dudas en la parte más comercial del club, pero el presidente Bartomeu apostó de forma decidida. Fue un éxito. La imagen del Barça quedó reforzada en una de las grandes ciudades del mundo y su presencia fue clave para conseguir que el mítico Empire State se iluminara el 7 de septiembre del pasado año.
LOS RESPONSABLES DEL EMPIRE
arrugaron el ceño ante la petición del Barça de iluminarlo con sus colores. Son reticentes a realizar actos comerciales y no veían con buenos ojos la iniciativa. Al comentar que la figura del acto sería Ronaldinho, embajador de Unicef y crack mundial y se vincularía a la Fundación del Barça, con quien también colabora Ronnie, se hizo la luz. El Empire acabó iluminado con los colores blaugrana en una imagen que dio la vuelta al mundo. Ronaldinho es una marca mundial incuestionable. Es la sonrisa del fútbol, esa sensación de que este juego se practica para disfrutar y no para sufrir. Tras su paso por Nueva York se disiparon todas las dudas. El Barça debería arroparse más de figuras que han pasado por el club y que pueden representarlo en el mundo con su sola presencia.
RONALDINHO FUE CLAVE
en la recuperación anímica y deportiva de un club que cuando llegó no se encontraba en la primera línea mundial y necesitaba un revulsivo impulsado por un genio que pudiera liderar el retorno del mejor Barça. El brasileño lo hizo y a punto estuvo de completar una de las mejores etapas de la historia, pero no pudo repetir en 2006 el Mundial que ya había ganado con Brasil en 2002. Los aplausos de un sector del Bernabéu a su fútbol aún resuenan