España llega al doble con un inesperado empate
Carreño perdió con tres bolas de partido a favor y Bautista puso el 1-1
Feliciano López, sustituto del fatigado Rafa Nadal, y Marc López tienen hoy (16 h/Tdp) una cita trascendente en el doble. Los planes más optimistas, y racionales, del equipo español situaban el partido por parejas como el de la definición del pase a cuartos. Sin embargo, el embrujo de la Copa Davis volvió a jugar en contra de España, que se marchó ayer del pabellón de Osijek con empate, 1-1, ante una Croacia sin Cilic, Coric, Dodig y Karlovic, que ve el empate como un éxito absoluto.
El torneo de la ‘ensaladera de plata’ es una fábrica de héroes y villanos. Su magia reside en una transmisión de presión que destroza el orden del ranking mundial. Acostumbrados durante meses a jugar por sí mismos, de repente los tenistas sienten la responsabilidad de un país que fija sus ojos en esta competición, además sin piedad.
La Davis precisa no pocas veces de un duro rodaje para congraciarse con ella. Pablo Carreño ya la conocía, bien como ‘sparring’ o incluso en pista. Había derrotado en 2016 al rumano Adrian Unguer, pero en un choque ya con la eliminatoria resuelta. Nada que ver con abrir la eliminatoria del regreso de España al Grupo Mundial después de dos temporada en el ‘infierno’ de la Segunda División. Además, bajo la premisa de una victoria ‘obligatoria’. Ocupa el 25º del ranking mundial, midiéndose al 223º, el eterno segundón de las fi- las balcánicas, Franko Skugor. Triunfó éste 3-6, 6-3, 6-4, 4-6 y 7-6 (6), y se convirtió en el dios de la jornada, bajando a las tinieblas a Pablo.
Carreño enseñó coraje y temple para levantar un tanteador en contra, forzando una quinta manga en la que iba delante 3-0. Sacó para partido con 5-3, pero entregó su servicio. Dispuso de tres bolas de ‘match’ con 5-4, al resto, y se le escaparon. Una pesadilla, un empujón hacia la gloria de un crecido Skugor, elevándose sobre sus 198 centímetros de estatura, creciendo con el saque y la derecha como nunca. La ocasión de su vida, que remató en un ‘tiebreak’ con polémica. Tercer punto de partido del croata, y un espectador cantó fuera la pelota de Carreño. Discusión con los jueces, se repite el punto, y finiquita la contienda Skugor.
Una experiencia terrible para Carreño, aunque asimismo una enseñanza provechosa de futuro si la asimila y España acaba cumpliendo el objetivo de acceder a cuartos. Roberto Bautista, experto y con más galones que su compatriota, ofreció un recital de cómo ponerse el mono de trabajo y hacer lo que toca: 6-4, 6-2 y 6-3 del 16º ATP al 486º ATP, un valiente y recreativo Ante Pavic, atado en corto por el castellonense