CACHONDEO ARBITRAL
Sánchez Martínez, que la lió en el Alavés-R. Madrid, arbitra el domingo en la visita vitoriana al Bernabéu En Mendizorroza pitó dos penaltis muy discutibles a favor de los blancos y expulsó a Mauricio Pellegrino
“El árbitro ha estado lamentable. Muy mal. Y hay que decirlo. Va siempre contra el equipo pequeño y ya estoy cansado de que siempre sea lo mismo. Pero no se puede luchar contra eso. Estoy muy cabreado”. Estas frases corresponden al defensa malagueño del Alavés, Alexis Ruano. Y las pronunció el pasado 29 de octubre, al término del partido de la décima jornada entre el cuadro vitoriano y el Real Madrid (1-4), en Mendizorroza.
Iban dirigidas al murciano José María Sánchez Martínez, que con sus decisiones influyó decisivamente en la victoria blanca en el feudo vitoriano y acabó desquiciando a los locales, cuyo entrenador, Mauricio Pellegrino, y uno de sus ayudantes, Carlos Compagnucci, fueron expulsados.
Suspicacias
Sánchez Martínez, media Liga después, volverá a pitar el mismo partido, pero esta vez en el Bernabéu. Será este domingo (16:15) y su designación por parte del Comité Técnico de Árbitros (CTA) ha levantado todo tipo de suspicacias en el entorno del cuadro vitoriano.
Aquel Alavés-Real Madrid acabó con 1-4 para los blancos. Pero las decisiones del trencilla fueron decisivas para el desarrollo de un partido que empezó con ventaja local. Las más destacadas, dos penaltis: uno, inexistente, pitado por unas supuestas manos de Deyverson al lanzamiento de una falta ejecutada por Bale que Ronaldo aprovechó para restablecer la igualada en el marcador.
El otro, por un agarrón a Ronaldo, rechazado en esta ocasión por el meta local Pacheco a disparo del portugués, evitando su ‘hat trick’; en la misma jugada, sin embargo, el árbitro no había visto la falta anterior de Morata al propio jugador del Alavés y que debería haber invalidado lo sucedido posteriormente.
Además de estas dos acciones, Sánchez Martínez expulsó a Carlos Compagnucci, ayudante de Mauricio Pellegrino, técnico local, a los 21 minutos y al propio entrenador alavesista a los 76, ambos por protestar sendas decisiones del colegiado murciano.
Cinco meses después, en los que no pitó ni a blancos ni a blanquiazules, estará en Chamartín. Es el árbitro, junto a Bikandi, Estrada y Clos, con mayor porcentaje de victorias locales: el 64,3% de los partidos que pita acaban con un ‘1’ en la quiniela. Pero por encima de esto, y ‘gracias’ al CTA, es el protagonista del penúltimo cachondeo arbitral del fútbol español