La Liga de los hijos de ‘Don Vito’
La Liga que ha ganado el Real Madrid ha sido decidida por los árbitros que comanda ‘Don Vito’ Sánchez Arminio. Sin esa ayuda, el Real hubiera acabado a seis o siete puntos de un Barcelona que, cierto es, incomprensiblemente ha fallado en campos como Riazor y La Rosaleda y en casa ante el Alavés, entre otros. Entre otros favores al Real cabe resaltar: Jornada 2: Gana (2-1) al Celta con gol en fuera de juego de Morata. Jornada 13. Gana (2-1) de penalti inexistente ante el Sporting. Jornada 19. Trifuera de juego, gol de Sergio Ramos y victoria (2-1) ante el Málaga. Jornada 24. Penalti por mano involuntaria de Bruno y falta previa en el gol de la victoria (2-3) en Villarreal. Y podríamos seguir con un largo etcétera de expulsiones perdonadas a Ramos, Casemiro y Marcelo, amén del vergonzoso episodio de las amarillas perdonadas a Cristiano ante el Sevilla y el Celta, para que pudiera jugar en Balaídos y La Rosaleda, lo que demuestra que los colegiados tenían órdenes de favorecer al Real. Bolsas blancas, con buen relleno, mandan.
¿Y al Barça? Sí, le regalaron un punto en San Sebastián por un gol mal anulado a Juanmi. Pero, ante el Málaga, en el Camp Nou, anularon un gol a Piqué que no era fuera de juego. Y no hablemos del Villamarín, donde le robaron dos puntos en aquel balón que entró medio metro en la portería del Betis.
La penúltima Liga que ha perdido el Barça fue por culpa de Mateu Lahoz, que anuló un gol legal a Messi, que hubiera supuesto ganar el título en la última jornada. Esa es la pura realidad. La única diferencia entre Barça y Real han sido los árbitros que han ayudado descaradamente al Real en momentos de dificultad.
Por eso no debe extrañar que el nefasto Tebas no tenga intención alguna de implementar el VAR, porque eso supondría el final del ventajismo de que siempre ha gozado el Madrid. Ni en los tiempos de José Plaza había tanta putrefacción. Entonces los árbitros solían pitar penaltis injustos contra el Barça y a favor del Real. Era suficiente. Ahora son más sofisticados, hemos de reconocerlo. Por eso, de felicitar al campeón, nada. Eso, a ‘Don Vito’ en cualquier caso