A Mathieu aún le duele aquel partido de Turín
La etapa de Mathieu en el Barça terminó el pasado 11 de abril en uno de los vestuarios del Allianz Stadium de Turín, en el descanso del partido de ida de los cuartos de final de la Champions League. El Barça caía de forma estrepitosa contra la Juventus con un parcial de 2-0 a la conclusión de la primera parte (3-0 al final), con esa misma imagen de equipo desorientado e incapaz que ofreció en la anterior ronda ante el PSG. El mosqueo de Luis Enrique a la conclusión del primer tiempo fue de los que no se olvidan, recuerdan desde el club.
Fuentes de aquella plantilla han contado a MD que con quien más se ensañó fue con Mathieu, hoy en el Sporting de Lisboa. El primer gol de Dybala había sido una asistencia de Cuadrado en banda izquierda. Las consignas tácticas de Lucho habían sido muy claras. Un 4-3-3 en defensa y un 3-4-3 en ataque. Quería las líneas juntas y que los centrales, jugaron todos, saliesen con el balón controlado. Los centrocampistas tenían prohibido ir a buscar el balón para evitar la presión juventina. En una descoordinación colectiva llegó el primer tanto. El francés no supo entonces defender al extremo colombiano en la banda izquierda. ‘Recibió’ Mathieu, es cierto, pero también otros jugadores del equipo tuvieron una vehemente regañina por dejar rematar al argentino. No solo fue el francés el culpable de todo, pero Lucho optó por sustituirle y quedó señalado por todo el mundo. La bronca trascendió sin más nombres de por medio, que los hubo. El suyo, sin embargo, fue zarandeado e incluso objeto de mofa pública con comentarios impertinentes en algún medio. Del técnico no salió ninguna palabra
Fue señalado por la derrota ante la Juve pero los errores fueron colectivos
para defenderle en los posteriores días ni en las ruedas de prensa hasta el final de la temporada. Nadie supo parar las feroces críticas y eso le dolió. Tímido de carácter, lo asumió en silencio.
Mathieu siguió ejercitándose. Estuvo en el banquillo ante la Real Sociedad y ya no fue convocado en la vuelta ante la Juventus. Hasta entonces había actuado con alguna molestia y no quiso forzar más. Decidió ponerse en tratamiento y no volver a jugar más hasta que sus talones no estuvieran bien. No llegó a tiempo para los partidos finales. Celebró la Copa del Rey con todos y comunicó en el avión de regreso que se iba. Pidió que le firmasen un balón y cerró su etapa en el Barça. El Sporting recibe al Barça en la Champions este miércoles