El fútbol es impredecible
El fútbol es ya el deporte más popular del mundo. Países que no tenían ni campos de prácticas ahora tienen escuelas para niños y niñas, otros organizan un mundial, como el que va a empezar pronto en la India – imagínense – y allí con millones y millones de gentes, vacas sagradas, cricket, polo, ahora fútbol, del de aquí. Con el tiempo me ha parecido que una de las razones de este crecimiento espectacular es el que se juegue principalmente con los pies, - el único deporte colectivoy esporádicamente con la cabeza. El perfil y forma de los pies obliga al futbolista a ser un maestro para controlar, chutar o pasar el balón. Y esto ayuda a hacerlo imprevisible. A menudo ves golazos y controles inverosímiles, lo que provoca admiración, y el mismo actor falla luego un remate solo ante el portero o tira fuera un penalti. Y es, en ocasiones, tanta la emoción del juego, aunque no sea brillante, que un partido va 0-0 en el minuto 80 y nadie deja el estadio, pendiente de que en cualquier momento su equipo pueda hacer gol o recibirlo.
Luego, con gran cantidad de partidos, derechos de televisión, patrocinios y marketing, las cifras que facturan los grandes ya alcanzan, en algunos casos, -el Barça por ejemplo – los 600 millones y subiendo. Estas facturaciones de algunos, provocan que año a año de forma imperceptible quizás, la diferencia entre tres o cuatro clubs y el resto sea cada vez más grande y evidente. En Inglaterra, Francia, España y, en menor medida, Italia y Alemania, hay clubs que invierten 300 millones al año en fichajes, cuando la mayoría de las otras entidades que juegan el mismo campeonato no pueden fichar o solo incorporar futbolistas de poco coste. Esta situación, por las características de este deporte, no garantiza ganar o perder un partido determinado. El Barça, que inició en agosto una Supercopa fatal, precisamente frente a un Real Madrid que apuntaba a arrasar, ahora, después ya de seis partidos de Liga, lo ha ganado todo, goleado, no recibe casi goles, y ahí está para satisfacción de todos los culés. Los blancos, que, bueno, qué os voy a decir, habían descubierto fenómenos, jugaban al toque como la mejor versión blaugrana y bla, bla, bla, no le gana nadie en casa. Empate contra el Valencia, Levante y derrota frente al Betis. Y fuera, tiene que ser Ceballos ,un recién llegado, el que se imponga al último clasificado.
¿Recuerdan lo que decía al principio? Nada es tan evidente, todo es posible. En este Barça triunfal hasta el momento, destaca que Valverde los tiene, por ahora, a todos contentos, más o menos ya los ha hecho jugar. Llegará el momento de titulares y no tan titulares. A pesar de la exitosa situación, apunto a que tiene que mejorar el tono y nivel del juego del grupo. Los resultados, importantes para el juego básico. Hasta ahora, ha servido ver lista de contrincantes en Liga, pero sería insuficiente contra la mayoría de equipos que falta encontrarse. Lo que está pasando es otra afirmación de que predecir en fútbol es como jugar a la quiniela. No se acierta casi nunca
Por el momento destaca que Valverde los tiene, por ahora, a todos contentos