El Chelsea se deshincha en liga
Se deja la victoria en Goodison Park y, a 16 puntos del Manchester City, rebaja sus pretensiones en la Premier
El Chelsea se encalló, deshilachado ante el Everton, intermitente e impreciso (0-0). Le nubló la niebla que hubo en Liverpool, sin continuidad con el balón. Sin Cesc en el césped, el equipo quedó algo desarticulado aunque llevó constantemente la iniciativa. Sin Morata, Conte confió en Hazard en posición de falso ariete, donde se movió a su antojo, a veces en punta y otras en la base. Cuando eso ocurre, Pedro y Willian se cierran y se abren Marcos Alonso y Moses, dos laterales más ofensivos que defensivos. Un empate, sin embargo, que significa un paso atrás y que obliga a rebajar sus pretensiones en liga, a 16 puntos ya de un City que ganó.
Al Chelsea le faltó fluidez y algo de suerte, pues Jagielka apareció de forma decisiva en una misma jugada en la que, bajo palos, salvó dos remates francos. El primero de Marcos Alonso, el segundo de Willian. Dos ocasiones manifiestas para los visitantes, que a pesar de su composición granítica en la medular concedieron algunas pérdidas. Una de Bakayoko habilitó la recuperación de Davies, pero remató desviado.
Con Allardyce, el Everton acumula cuatro triunfos en los últimos cinco partidos, números que explican su despegue en Premier. La tuvieron los locales al filo del descanso tras un robo de Calvert-Lewin, aunque el remate del joven inglés lo rechazó la zaga de Courtois, sin apenas trabajo en Goodison Park.
Obligado a despertar, insatisfecho por el empate, el Chelsea reaccionó pronto tras el descanso. A través de Pedro, inquieto en ataque, autor de una ocasión clara en el primer tiempo y protagonista en la reanudación, aunque el disparo del canario
no encontró fortuna. Ingresó Sandro para un Everton en busca de chispa, inconformista Allardyce, desesperado ante el vendaval del Chelsea, que con la entrada de Fàbregas amenazó más.
El mayor peligro, sin embargo, llegó tras un cabezazo involuntario de Willams contra su arco, estrellado en el larguero para fortuna de Pickford. Asedió el Chelsea al final ante un Everton que achicó agua, orgulloso por el empate que cosechó ante el vigente campeón. Un equipo que insistió, pero que se quedó a medio camino. Se aleja de la cabeza