3. Sin intensidad, la vitamina de banquillo
En la reanudación y hasta el minuto 75’, para el conjunto pepinero. Tres ocasiones le proporcionaron una emergente fiebre atacante ya con Beauvue sobre el césped por Amrabat. Ter Stegen metido en problemas.
Sin ritmo el Barça y mirando la comodidad del numerador, las señales de alarma llegaron a Valverde. Éstas incrementaron su ‘olor’ cuando Gabriel se asomó al balcón del área azulgrana y presentó el balón a El Zhar para poner un derechazo inapelable. Merecido el 2-1 visitante, al campo Alba y poco después, Iniesta.
Garitano quería más y metió a Guerrero (antes a Brasanac en el 59’ pasando al 4-4-2) para ampliar las visibles posibilidades. Esfuerzo y máxima concentración para Vermaelen, Piqué, André Gomes, Rakitic en un Barça replegado en el que Suárez fue gran ayudante defendiendo los balones aéreos de córners y faltas.
Al final, Messi quiso acabar con tanta angustia en el Camp Nou tirando de pillería, en el control, y habilidad extrema, en el inminente uno contra uno ante Cuéllar ,al que cambió un remate previsible por otro toque/gol inesperado. Jugar con Leo debería considerarse hacer trampa pero eso no oculta que en la Champions una bajada de tensión semejante te saca del bombo. Si desaceleras, no cometas tantos errores técnicos. Control, controla