A rueda de Puyol
Pensando lo mismo que el ex capitán, Bartomeu calló y ahora, cuando hable de las mismas prioridades, parecerá que no es una iniciativa sino una sugerencia
Con el Madrid todavía celebrando sobre el terreno de juego su cuarto título continental en cinco años, Twitter escupía una verdad como un templo. Tan simple, que le sobraban carácter y caracteres: “Enhorabuena madridistas. 4 Champions en 5 años con uno de los mejores Barça de la historia... tenemos que reflexionar en las prioridades”.
Firmaba el texto Carles Puyol e inmediatamente se armó la de Dios es Cristo. Es lo que tiene la evidencia. Mejor dicho. Vivir escondido tras la evidencia. El ex capitán del Barça expuso lo mismo que piensa el presidente Josep Maria Bartomeu pero Puyol se atreve a decirlo y el presidente no. Eso es todo. Cualquiera que haya hablado con el presidente el último mes y, especialmente, cualquiera que lo hiciera tras la debacle de Roma sabe que la prioridad de este año ya era la Champions y que, por ejemplo la Copa, traía sin cuidado.
El problema, como lo viene siendo desde hace años, es que si hablamos de suponer, de interpretar, no puede haber, no hay, discurso ni relato de club. Se diría que los últimos presidentes del Barça, en vez de manifestarlas valiente y rotundamente, prefieren que se les adivinen las intenciones. Y claro, como profetizar no es fácil hay pronósticos para todos los gustos y, por consiguiente, debate, tensión gratuita y constante que interesada o no, es extremadamente peligrosa. El Barça, si no es rotundo dentro y fuera del campo, es el peor enemigo del Barça. Lo es desde tiempo inmemorial. Cuando no es por una cosa, es por otra.
Y el Barça no suele ser rotundo. Más bien es ambiguo. Y en la ambigüedad, por definición, no hay línea clara, ni mensaje definido ni prioridades, que es lo único que reclamó Puyol, con toda la razón del mundo y con la rabia contenida que fue capaz de destilar, en un tuit que podría haber firmado el mismo presidente. En ese formato, o mejor aún, en otro formato más noble. Por ejemplo, pensando lo que piensa y habiéndoselo dicho incluso a Valverde, ya podría haberlo hecho en sus apariciones en RAC 1 y/o Catalunya Ràdio. Incluso aún podría hacerlo en su balance de fin de temporada que, dicho sea de paso, no sabemos si querrá afrontar.
Pero, sí, sería bueno que dejáramos de suponer de una vez por todas y supiéramos, por boca del presidente, que el Barça, sin renunciar a nada y menos aún a la Liga, prioriza por propia iniciativa lo que ahora, por no ir de cara a su debido tiempo, podría interpretarse como la reacción a una sugerencia