Vender a los que no se quería vender
El Barça pensaba ingresar 80 millones con André, Aleix, Alcácer, Rafinha... Puede que los consiga, y algunos más, pero con Paulinho, Yerry, Cillessen...
Centrémonos. Nada más acabar el curso, los futbolistas suspendidos aparecieron inmediatamente en la lista de transferibles del Barcelona con Aleix Vidal y André Gomes al frente. Paco Alcácer, también incluido, fue repescado tras el fiasco de Griezmann. Pendiente de un hilo, en la relación aparecía Digne y Rafinha volvía al escaparate de las ventas tras su cesión al Inter que no quiso hacer frente a su opción de compra.
Millón arriba, millón abajo, el Barcelona espera (por no decir necesita) ingresar 80 millones de euros y, por extraño que parezca, al final del mercado se puede llegar a esa cifra e incluso superarla. La mala noticia de la buena noticia es que no será en base a los planes iniciales. Los transferibles, que fueron muy suplentes la temporada pasada, tienen mercado pero prácticamente ningún pretendiente puede hacer frente al traspaso que exige el Barça más la ficha que exigen los jugadores. Solución: al final puede que no haya más remedio que vender a los que no se quería vender.
Paulinho, muy utilizado por Ernesto Valverde y revalorizado en el Mundial por su indiscutible titularidad con Brasil, el centrocampista está a un paso del Guangzhou Evergrande. El mismo club que hace un año se lo vendió al Barça por 40 millones, lo recompraría por 50. Una operación económicamente irrenunciable. Negocio puro y duro y también sinónimo de necesidad en la tesorería blaugrana
El otro caso más que llamativo es el de Yerry Mina. En su día fue una apuesta personal de Pep Segura .Ha estado cinco meses en el primer equipo y llegó a la Copa del Mundo como si fuera un saldo, pero en Rusia hizo tres goles con Colombia y hoy hay clubes de primera línea dispuestos a pagar 30 millones por el joven central. Teniendo en cuenta que costó 11, 8, esa rentabilidad puede convertirse en una tentación irresistible. Sin embargo, es verdad que la idea del Barça sigue siendo cederle, no venderle... pero igual resulta que a la fuerza ahorcan y no hay más remedio que aceptar el traspaso.
Esa operación dependerá, entre otras cosas, de que Cillessen se queda o prefiera marcharse. Otro futbolista que tampoco se querría vender, pero que si sale al mercado, este muy buen portero holandés puede aportar un ingreso en torno a los 30 millones. Así es la vida del Barça