ARTHUR ENAMORA
EL BARÇA VUELVE A SER UN EQUIPO
respetado. Wembley inspiró a un Messi pletórico y junto al astro argentino emergió un futbolista de 22 años con el que el Barça atrapó la pelota y recobró sus señas de identidad. Arthur devolvió al barcelonismo el aroma de La Masia, enganchó al equipo y gustó por pedir el balón y esconderlo, por el pase corto que permitió las posesiones ante los Spurs y por su control de la escena. Es verdad, el brasileño evoca el trote cortito de Xavi , su visión y capacidad de asociarse. Juega con la cabeza alta sin mirar el balón como el egarense e Iniesta, pero no se le debe meter prisas. El brasileño fue el refuerzo mejor acogido por la afición y Messi se sintió pronto arropado por alguien que le entendía. En menos de un mes ha dado un salto premonitorio: debut con la ‘canarinha’ ante EE UU sustituyendo a
Fred compartiendo camiseta con Neymar y Coutinho y consagración en La Catedral en una situación comprometida para el Barça. A Valverde hay que agradecerle la valiente decisión de elegirle por delante de Dembélé y Vidal, una elección que marcará el camino de este Barça.
ARTHUR SE DESENVUELVE COMO si
hubiera crecido en el fútbol base blaugrana. Tiene un aire europeo y un discurso familiar. En su tercera titularidad, el ex del Gremio jugó 64 pases buenos de 70, de los que 13 se los ofreció a Messi y recibió tres faltas, como Leo, Semedo y Suárez, dato que revela lo difícil que es quitarle la pelota. En la otra cara de la moneda debe anotarse que perdió seis balones y no puso a prueba su potente chut. Arthur es llama a las puertas de la titularidad, lo que agradecería el barcelonismo. Pero no se le debe abrumar y sí darle confianza y partidos para sincronizarse con sus compañeros. Le será fácil. Es inteligente y no se pierde en situaciones que no domina. La gran sensación de Wembley no lo tuvo fácil porque para venir al Barça debieron descartarse nombres más rutilantes en el mercado como Eriksen, Goretzka, Herrera, Parejo...