Mundo Deportivo

Lopetegui pierde apoyos

Hay varios jugadores importante­s del vestuario blanco que están molestos con el entrenador vasco por sus decisiones

- Manuel Bruña

No corren buenos tiempos para Julen Lopetegui en el Real Madrid. Las derrotas en Sevilla y Moscú y el empate en el derbi han dejado al entrenador vasco en una mala posición en el equipo blanco. La afición le señala y en el club ya hay voces que dudan de él. Pero no sólo en las altas esferas blancas, también en el vestuario hay varios jugadores importante­s que no están a gusto con Lopetegui. No entienden algunas de sus decisiones y aunque la versión que sale del vestuario es que le apoyan totalmente, lo cierto es que si no llegan pronto las victorias y los goles, la situación de Julen Lopetegui puede empeorar.

Uno de los jugadores que ya mostró su disconform­idad con una decisión del entrenador es Marcelo. El lateral izquierdo, segundo capitán del equipo, no disimuló su enfado con su cambio en Girona, a pesar de que estaba haciendo un mal partido en defensa. Eso no le gustó nada al brasileño que comenzó a mirar a Lopetegui de otra manera. Marcelo no es el único peso pesado del vestuario blanco que tampoco entiende las decisiones del vasco. Se trata de Modric al que Lopetegui ha ido dosificand­o, dejándolo en el banquillo de inicio a principio de temporada y cambiándol­o cada dos por tres. Al croata no le ha gustado mucho eso y no está en contra del vasco, pero no entiende tanto descanso. Lo mismo que le pasó a Bale en los primeros encuentros de Liga en los que fue siempre sustituido, lo que no le gustó en absoluto al galés.

El otro peso pesado del vestuario que no entiende qué pasa es Keylor Navas. El de Costa Rica entiende que la llegada de Courtois ha aumentado la competenci­a, pero no acaba de aceptar que a pesar de sus buenas actuacione­s, el belga sea titular en Liga y él en Champions. Keylor, protegido por los pesos pesados del vestuario, era fi- jo para Zidane y ahora, a pesar de su trabajo, no es suplente fijo, pero casi.

El que sí está enfadado es Maria- no, que no entiende que juegue Benzema a pesar de sus pobres ac- tuaciones y su falta de gol en los últimos encuentros. El catalán no entiende su suplencia y menos cuando al Madrid le falta gol.

Vinicius, por su parte, no está tan molesto, pero sí las altas esfe- ras del Madrid que no entienden que una de las grandes apuestas del club esté jugando en Segunda B y no en el primer equipo. La afi- ción tampoco lo entiende porque quiere ver algo diferente y eso se lo da Vinicius, pero Lopetegui si- gue sin apostar por él

Desde la Puerta del Sol a Cibeles bajan turbias las aguas blancas. En quince días el Real Madrid ha pasado de completar ante la Roma uno de sus mejores partidos de los últimos años a despeñarse de mala manera en el estadio Luzhniki por más que estrellara tres balones en la madera y creara 109 situacione­s de ataque.

Podría considerar­se lo de Moscú un simple accidente de otoño si antes no hubiera sido volteado con estrépito por el Sevilla (3-0) y no se hubiera quedado también sin marcar ante el Atlético en el derbi.

Vive ya el madridismo, ¡en octubre! sin vivir en sí. Ya no sabe si lo de los primeros partidos fue un espejismo provocado en parte por la menor entidad de los rivales o si realmente la sombra de Cristiano

Ronaldo es tan alargada y oscura como muchos preveían. La duda y el debate alcanzan, incluso, a las más altas instancias del club y, por supuesto, al vestuario.

Mientras Lopetegui se convierte en un saco de boxeo a los que muchos golpean con pocos argumentos futbolísti­cos y con demasiado rencor por lo que pasó con la Selección, los más analíticos comienzan a sopesar el rendimient­o de determinad­os jugadores y si se midió en su justa medida el impacto de la marcha de Cristiano que, por cierto, cerró la puerta por fuera por propia voluntad y sin que nadie le empujara desde dentro.

Como en el Real Madrid nunca se ha vivido obsesionad­o con la estética del juego, sino más bien de las victorias, no preocupa en exceso que pueda jugar armónicame­nte mejor o peor que, por cierto, ahora con Lopetegui lo hace medianamen­te bien. Lo que preocupa es que los que se ponen la camiseta blanca con la etiqueta de delanteros no marquen goles. Sin goles no hay triunfos. Y sin triunfos no hay títulos.

Se reflexiona si los que tienen poder de decisión en el club pudieron cometer un error de cálculo y sus optimistas cuentas no tenían una relación directa con la realidad. En agosto estaban convencido­s de que los 50 goles de media por temporada que aportaba CR7 podían ser asumidos por los delanteros que continuaba­n en nómina: Bale, Benzema, Asensio e Isco, con alguna aportación de Modric y

Kroos en tantos llegados desde la media distancia y de Sergio Ramos en las acciones a balón parado. Contaban, además, que Vinicius también pudiera sumar en la faceta realizador­a.

Por si acaso, incorporar­on a última hora a Mariano con el informe positivo del entrenador, el aval del conocimien­to que el jugador tenía del club, su interesant­e y no doloso precio de mercado… y porque había marcado más goles que

Mbappé en el pasado Campeonato francés, 18 por 13. Este último detalle fue bastante valorado.

El buen comienzo de curso de

Benzema, cinco goles en cuatro partidos; de Bale, tres goles en los tres primeros encuentros de Liga y en el estreno contra la Roma y de Isco, marcó ante el Athletic y Roma, sumado a los penaltis que le hacían a

Asensio y que Ramos también sumaba (2) hicieron pensar, incluido a quien esto escribe, que, de momento, había vida sin Cristiano y se podía apañar la temporada desde el punto de vista del gol.

El gozo en un pozo. La sequía de los últimos partidos al menos pone en duda las primarias previsione­s, si el comienzo no fue un simple espejismo y se comienza a sopesar que entre Bale, Benzema, Isco, Asensio, Mariano, Kroos, Modric, Sergio Ramos… nunca puedan llegar al extra de los 50 goles de Cristiano.

Benzema ha vuelto a las andadas y ni marca, ni siquiera remata; Bale ha sufrido el primer aviso de su preocupant­e cuerpo; Asensio no termina de dar el paso al frente; Isco ha sido víctima de una apendiciti­s; Mariano no ha sido titular todavía; tampoco Vinicius…

Una mirada al pasado nos pone en antecedent­es. En sus mejores temporadas goleadoras desde que visten de blanco y en todas las competicio­nes, Bale no pasó de los 22 tantos (2013-14); Benzema llegó a los 32 (11-12); Isco a los 13 (14-15);

Asensio a los 11 (17-18)… y Mariano a los 21 el curso anterior el Lyon.

Se intuye un serial por entregas al respecto. Sin duda

En 15 días los blancos han pasado de la excelencia futbolísti­ca a la incompeten­cia goleadora

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FOTO: EFE Lopetegui no está atravesand­o su mejor momento en el Real Madrid
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FOTO: EFE Una baja poco calibrada El Real Madrid parece haber calculado mal las consecuenc­ias de la marcha de Cristiano Ronaldo a la Juve

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