Arthur llegó bendecido, Arturo señalado Messi ha invitado al brasileño a sentarse en su mesa, la obsesión del chileno es ganar la Champions
Arthur o Arturo, idéntico nombre para dos futbolistas que tienen poco o nada en común, más allá de compartir vestuario en el FC Barcelona y defender la misma camiseta. El brasileño llegó a Barcelona bendecido por Coutinho y se coló tras apenas un entrenamiento en el círculo de confianza de Leo Messi, ese en el que se habla un lenguaje futbolístico identitario. Messi necesita las mismas décimas de segundo que Charly Rexach para detectar talento y cuando vio a Arthur supo que formaría parte de su banda, ese sub-mundo que capitaliza el fútbol azulgrana. Se sentó desde el primer día en la mesa de Messi porque Leo quiso, para crecer al lado del mejor jugador de la historia, para formarse como futbolista y como persona.
Arturo suma siete campeonatos consecutivos - cuatro scudettos con la Juventus y tres Bundesligas con el Bayern Munich- y llegó para conquistar la Liga y esa Champions League que se le ha resistido en una carrera a la que suma dos Copas América, la del 2015 y la Centenario del 2016, que ganó Chile a Argentina y que supuso la primera gran crisis de Leo Messi con su selección. Arturo llegó a Barcelona con todo el pack de ‘King’, sus tatoos, la cresta, su deslenguado acento que golpea ametrallando sin compasión, su personalidad de ganador y lo que es más importante, el carácter competitivo que le ha llevado a ser un futbolista importante durante toda su carrera. Arturo adora las timbas de poker, apostar por sus caballos, mimar a sus sementales y dar su opinión, en el vestuario y fuera.
A Arthur el tampón con el sello Barça se lo estamparon en la frente nada más aterrizar, venía para ser el Xavi Hernández del futuro, Messi se encargó de darle credibilidad al control de calidad ‘made in Barça’. Arturo se presentó sin escudo protector y con un sobrenombre que en el vestuario azulgrana sonaba tan pretencioso como inexacto: King. En el único Rey de la corte azulgrana es argentino. Poco tiene que ver Arturo con la escuela azulgrana, pero tampoco parecía muy perfil La Masia Edgar Davids y fue clave en el Barça de Rijkaard dando carácter y equilibrio al centro del campo.
Arthur llegó para intentar recrear el Barça de control total, Arturo para evitar que una Roma cualquiera elimine al Barça de la Champions.
Arthur parece predestinado a marcar una época en el Barça, Arturo viene a lo que viene, a ganar ya, a conquistar títulos, a ponerle carácter al equipo. Y fútbol. También fútbol.
Me gusta que Arturo, el chileno, se queje por su suplencia, se enfade, dé un bufido y recuerde a quien le fichó que él vino para ser importante, para sentirse importante. Me gusta Arturo porque la historia se escribe con victorias y él tiene claro que el Real Madrid ha ganado las tres últimas Champions. Para eso le ficharon, para que el Barça gane ya en Europa