Una Liga más apretada que buena
La Liga sigue su curso con una realidad constatable en números: está más apretada que nunca. Entre el líder, el Sevilla, y el séptimo clasificado, el Girona, hay solamente seis puntos de distancia. Sin duda esa igualdad contribuye a la emoción general de las aficiones, pero más bien parece porque los grandes de siempre no están finos que por otra cosa. De todos los equipos ya dije hace semanas que el que más está cumpliendo con lo que se le supone es el Sevilla, y no por ir primero, sino porque hoy apenas lleva un punto más que la temporada pasada y eso le basta para ver al resto de arriba a abajo. El Barça, por ejemplo, tenía hace doce meses diez puntos más que ahora. Ahí está la diferencia. Que el Atlético y el Real Madrid están por debajo de su potencial es una obviedad.
El sábado tuvimos nuevas evidencias de eso. El Eibar le hizo tres al Madrid, que ya se llevó otros tres de Sevilla y cinco del Camp Nou. Quién sabe si esa nueva pifia blanca influyó en el Atlético-Barça que se jugó luego esa misma tarde. Durante 75 minutos dio la impresión de que el empate no disgustaba en absoluto a nadie y la extrema precaución sólo se rompió al final, a raíz del gol colchonero, precisamente para acabar empatados. El Atlético está en las peores cifras desde que está el ‘Cholo’.
Desde el punto de vista del Barça, el que más me importa, probablemente le pesó el 3-4 ante el Betis para buscar la solidez y evitar los sustos. Ante un Atlético que con Simeone juega a lo que juega por mucho que esté en casa, el partido fue muy descafeinado en cuanto a juego ofensivo. La peor sensación que me dejó el Barça fue lo que le costó generar llegadas.
Al final, con un tercio de Liga, ya puede decirse que se ha igualado todo. De razones pueden haber para escoger: desde el peaje del Mundial, a que los equipos se tienen más estudiados, pasando porque las plantillas parecen haber ganado algo de calidad entre los equipos medios. Pero me quedo sobre todo con que los grandes aún no se han afinado. Eso explica mucho.
Ahora vuelve la Champions, ese torneo que con que te salgan seis partidos de cara te arregla una mal año, como ha demostrado el Madrid. Valverde y en general todos los entrenadores creemos que lo nuestro es la Liga. Ahí se ve, día a día, quién es el mejor. Por eso Messi lleva nueve