Pitos a un Madrid sin juego
Courtois salvó al Madrid en el minuto 91 de un ridículo impresionante. El Real venció al final al Rayo en el Bernabéu por un exiguo 1-0 con gol de Benzema y muy poco juego. La grada de Chamartín mostró su disgusto y silbó al equipo de Solari incapaz de encontrar una línea de fútbol regular. Lo único que está acompañando al Madrid en esta etapa son los resultados. Que no es poco. Ganar cuando un equipo está mal no deja de ser un auténtico respiro.
EL PROBLEMA REAL NO ES ISCO.
El jugador andaluz debería ser más una solución que un conflicto. Es posible que no tenga el mejor carácter del mundo, pero es el que tiene más fútbol en ese equipo. Postergarlo o castigarlo parece un error. Es posible que Isco, ahora, se esté arrepintiendo de la renovación que llevó a cabo con los blancos, cuando el FC Barcelona estaba interesado en él. Es un futbolista ideal para el juego del Barça. También para el Madrid, pero ahí carece de confianza en una persecución que suena a injusta. Isco comenzó la temporada con una apendicitis y se forzó su recuperación. Es posible que el jugador necesitara más tiempo del que tuvo, pero que ayer ni calentara en el partido ante el Rayo es un mal síntoma para los blancos.
EL MAL TONO EN EL VESTUARIO
del Madrid es un hecho. Que haya un grupo no especialmente próximo a Isco, aunque públicamente se trate de disimular, no beneficia la mejora del ambiente de un vestuario acostumbrado a vivir en el filo, a punto del abismo con la Champions como última escapatoria de cada temporada. Esa dinámica ha resultado exitosa en los últimos años y ha tapado un problema de juego real. Esta temporada sin Cristiano en el equipo le están saliendo a ese vestuario más fantasmas que permanecían dormidos. El portugués no era un ejemplo de solidaridad entre compañeros, pero sí de competividad. Sus goles y su actitud dieron las últimas Copas de Europa. Ahora sin él, el Madrid debía reinventarse y no lo ha hecho todavía. Piensan que a partir de febrero tienen tiempo