Un movido mercado invernal
Murillo es el último fichaje, Coutinho y Yerry los penúltimos, pero la lista da para refuerzos fríos y calientes
La llegada de Jeison Murillo obliga a mirar atrás, a repasar la lista de los fichajes del Barça en el mercado invernal, los motivos y su suerte como azulgranas. El primer recuerdo es de hace un año. El 6 de enero de 2018, como si se tratase de un regalo de Reyes, el club anunciaba la llegada de Coutinho, el fichaje más caro de la historia del club. El Liverpool, que había logrado retener al centrocampista en verano, recibió como compensación 140 millones de euros más 20 en variables. Sobre el papel, su incorporación se producía más tarde de lo previsto y no respondía a ninguna exigencia técnica.
Días después, el 13, el Barça y el Palmeiras cerraron un acuerdo por Yerry Mina por un total 11,8 millones de euros. El central colombiano, que vino para paliar la marcha de Mascherano a China, llegó medio año antes por lo que el Barça debió pagar un plus de 2,8 ‘kilos’ incluido en el precio final. Firmó por cinco temporadas y media, pero acabó siendo traspasado al Everton por 30 tras su revalorización en el Mundial. Mientras, el brasileño acabó siendo determinante en los títulos de Liga y Copa pero hoy es suplente de Dembélé.
Murillo es el último y Coutinho y Mina los penúltimos, aunque la lista es más extensa con la aparición de algunos jugadores del otro lado del Atlántico, como Roberto Dinamita, Cleo o Romerito. Pero en realidad, el punto de partida se sitúa en la campaña 1996-1997 con el fichaje de Amunike procedente del Sporting de Portugal por 500 millones de pesetas (3 de euros). Fue una petición expresa de Bobby Robson, que le pidió en verano, pero una artritis en su rodilla izquierda le impidió tener recorrido en las tres temporadas que estuvo en el club. El siguiente fue Bogarde en la 1997-98. El lateral holandés, que costó 650 millones de pesetas (unos 4 millones de euros), fue deseo de Van Gaal. Más potente que técnico, pasó sin dejar legado.
Los siguientes también vinieron de la liga holandesa, del Ajax. Los gemelos Frank y Ronald de Boer aparecieron en la temporada 1998-99. unos 3.000 millones de pesetas (18 millones de euros). Solo el central tuvo continuidad. El centrocampista acabó siendo traspasado poco después. Frank aguantó hasta la 2002-03.
En invierno de 2001-02, el Barça se reforzó con Francesco Coco por 2 millones de euros. El lateral izquierdo italiano estuvo solo una campaña. En la siguiente, la 200203, aterrizó Juan Pablo Sorín, procedente de la Lazio. Costó medio ‘kilo’. No tuvo recorrido. Edgar Davids, otro holandés, tampoco lo tuvo más allá de la 2003-04, pero pudo tenerlo porque fue crucial. Vino de la Juve en calidad de cedido y bajo su mediación, el Barça de Rikaard y Ronaldinho despegó. Se le necesitaba y cumplió con creces.
Maxi López, de River por 6,5 millones y Demetrio Albertini, cedido por el Atalanta, reforzaron un equipo que ya contaba con un jovencísimo Messi en la 2004-2005. No fueron más allá. Dos temporadas después, en la 2007-08, la grave lesión de Albert Jorquera supuso la cesión de José Manuel Pinto, del Celta, cuya estancia se alargó hasta verano de 2014. Afellay, en la 2010-11, fue una oportunidad de mercado. El Barça pagó 3 millones al PSV. Sin embargo, las lesiones le lastraron hasta su salida definitiva en la 2014-2015 tras varias cesiones.
Arda Turan y Aleix Vidal también se pusieron a jugar en invierno por la sanción FIFA, aunque fueron contratados en verano de 2015, el turco por 34 millones más 7 en variables, y el canterano por 18 millones, más 4 en variables. Ninguno de los dos triunfó y acabaron saliendo año y medio atrás
Amunike, los De Boer, Bogarde, Davids, Afellay... nombres con distinta suerte
El 6 de enero de 2019 hará un año que el ex del Liverpool llegó al Camp Nou