Marcel Hirscher mantiene su idilio con la cita de Adelboden
Tras la disputa del gigante, hoy el SL
Después de una gran segunda manga, Marcel Hirscher logró ayer en el estadio de Chuenisbärgli (Adelboden, Suiza) una nueva victoria en la Copa del Mundo, la número 66 en sus 234 participaciones en la Copa del Mundo de Esquí Alpino, que lo consolida al frente de la clasificación del gigante y de la general, además de dominar la disciplina del slalom.
Es Adelboden una estación especial, de grato recuerdo para el campeón austríaco, ya que en ella logró su primer top ten en la Copa del Mundo y, pese a que en algunas ocasiones no ha obtenido el resultado esperado, ayer Hirscher volvió a subir a lo más alto del podio en uno de los gigantes más complicados del calendario y ante una afición entregada. Hirscher superó una vez más al noruego Henrik Kristoffersen, segundo, y al francés Thomas Fanara, que le ganó la partida a su compatriota Alexis Pinturault por subir al podio. Y lo hizo después de una segunda manga de libro, en la que esquió como nadie, en la que se adaptó perfectamente a las condiciones de la pista, anticipándose a las puertas marcadas y exprimiendo sus esquís en los puntos más delicados. “La segunda manga ha sido una locura”, dijo el triunfador del día al acabar, antes de añadir para delirio de los asistentes que “ésta es una de las mejores y más complicadas pistas de la Copa del Mundo”.
El triunfo en Adelboden era la octava victoria de la temporada, la cuarta en el gigante para Hirscher. Y, en números globales, la de ayer fue su octava victoria en Adelboden y la cuarta en gigante, a la espera de lo que pueda hacer hoy en el slalom. El de Annaberg buscará en este siempre delicado trazado su tercer doblete, tras los logrados en el año 2012 y 2018.
Una carrera en la que no hubo representación masculina, a la espera de la participación de Joaquim Salarich en el slalom de hoy. El esquiador catalán partirá con el dorsal 64 en su segunda Copa del Mundo de la temporada tras el SL inaugural de Levi (Finlandia)