El dinero seduce más que Messi
El Barça está asumiendo de mala manera la vulnerabilidad de De Jong. El fichaje estratégico del verano se le escapa de las manos para volar a la jaula de oro que le ha preparado el PSG. El cebo de jugar al lado de Messi no es infalible, ni el modelo de éxito ni el proyecto ganador que le ofrecía el Barça: el holandés se ha echado atrás y todo eso está a punto de derrumbarse como un castillo de arena. El Barça asegura que sigue en la pelea, una reacción de manual. Los proyectos futbolísticos más estimulantes han pasado a ser una utopía frente al poder de los clubs-estado y otras fórmulas de oscura gestión. A la que el Barça se había tomado un respiro con De Jong , ha irrumpido el jeque Al-khelaifi para cobrarse el desquite de haber perseguido a Rabiot hasta su cocina. Aunque el club blaugrana actuó legalmente, así las gastan los parisinos mientras la UEFA emite señales de humo con el fair play financiero. Pero algo falla en el Barça que es incapaz de seducir. La trastada también debería inscribirse como el último episodio de Barça-psg haciéndose la murga.
DE JONG NO HA CUMPLIDO, eso es lo que cuenta, se aleja por dinero. Ha querido enredar con lo de la titularidad, pero eso se gana en el campo. Queda por los suelos la querencia holandesa por la mística el Barça y sin final feliz los lúdicos recuerdos del niño Frenkie con una camiseta blaugrana de Leo paseando con su abuelo por los pueblos medievales de la Costa Brava.
LA OBLIGADA REMONTADA ANTE EL Levante ha hecho que Valverde entregase una lista como si fuera la Liga. El técnico ha tocado a rebato y entre la obligatoriedad del gol y la necesidad de no recibirlos, se perfila una alineación, si no de lujo, con muchos pesos pesados. Las rotaciones que se iniciaron en Valencia han durado poco. Luis Suárez, que se marchó tocándose el muslo ante el Eibar, se hace indispensable y no sería extraño que Messi se apuntara. El Barça tiene inculcada la cultura desde hace años de ganar todo lo que juega, así que la Copa la va a pelear con todo