De puntillas con la ultraderecha
Pedrerol parecía hasta divertido con la sinceridad política de Javier Tebas
El miércoles, en Jugones , se hacían eco de las declaraciones de Javier Tebas, presidente de La Liga ,en ‘El Partidazo’ de la COPE. Lo que Josep Pedrerol priorizó de esa entrevista, lo vendió como un divertido juego de palabras: “¿Qué partido le gusta a Javier Tebas? ¡Y no hablamos de fútbol! ¿Qué partido político vota Javier Tebas?”.
En la pantalla tenía el rostro de Tebas y el logotipo del partido en letras enormes: VOX. Parecía un cartel de propaganda electoral. Y el vídeo recogió la respuesta donde Tebas expresaba con firmeza su apoyo al partido. Resultó curioso como Pedrerol, siempre tan aficionado a escandalizarse con expresiones políticas de clubes, futbolistas y aficionados, esta vez no mostró el menor aturullo. El doble rasero de siempre. Es más, parecía hasta divertido con la sinceridad de Tebas. Y eso que siempre desaprueba que se mezcle deporte y política.
A continuación, comentó, como si nada tuviera que ver con eso, otra respuesta de Tebas donde anunciaba con aire chulesco que se limitaría la libertad de los periodistas en las entrevistas pospartido, apelando a la autocensura profesional, y que los periodistas que desobedezcan serán expulsados de esa labor. Es obvio que censurar y limitar libertades está directamente conectado con el hecho de defender un partido de ultraderecha y tener un pasado en Fuerza Nueva. No es anecdótico ni casual. Es una grave e inaceptable consecuencia. Pedrerol se molestó con la estrategia de comunicación, pero sobre VOX pasó de puntillas y no lo relacionó.
Para los que consideran que no debe mezclarse fútbol y política quizá esto sirva para demostrar que, desde hace muchos años, están más mezclados de lo que se imaginan. Pero no por los motivos que han vendido a diario con sensacionalismo.
No se puede pasar de puntillas sobre el hecho que el presidente de La Liga defienda la ultraderecha, informar como una curiosidad intrascendente, ni mirar al otro lado, porque este caso tiene y tendrá consecuencias directas en los derechos fundamentales de los aficionados