3. Dar primero e imponer el oficio
Revisados los antecedentes, el Barça sabe que una mala noche te deja fuera. No hay ventaja que tenga más coraje que un equipo decido a ponerlo todo sobre el césped. Ante el despliegue físico local (y cualquier entrada intimidatoria), velocidad al balón y esa permanente concentración tan necesaria para marcar territorio (por dominio, primeros minutos- e imponer oficio en los tramos finales.
He jugado tres veces en Lyon y para ganar hay que dar primero porque este equipo, como aquél, arriesgará posiciones quedando el partido para la velocidad de Dembélé (Suárez si llega a tiempo) con el soporte técnico de Messi. En la hora de la verdad, valentía