Adiós al sueño europeo del Betis
El Rennes toma el Benito Villamarín y deja en evidencia al equipo de Quique Setién, que cometió los mismos errores que en el partido de ida
El Betis sufrió un durísimo varapalo a manos del Rennes y quedó fuera de la Europa League tras recibir un severo correctivo en el Villamarín, donde cometió los mismos errores que en la ida y esta vez no tuvo capacidad ni fuerzas para darle la vuelta al marcador, que cerró el francés Niang en el último minuto con un 1-3 que hace historia para los bretones y deja a los béticos con un palmo de narices.
La afición verdiblanca salió muy descontenta del Villamarín y dedicó una fuerte bronca al técnico, Quique Setién, y a los jugadores. Dentro de diez días llega la vuelta de la semifinal copera de Valencia, un choque que cobra especial trascendencia tras la ‘espantá’ de este jueves.
Pocos equipos hay en el mundo como el Betis para complicarse la vida. Ya lo hizo en la ida y volvió a hacerlo en Heliópolis, donde los franceses cobraron de nuevo ventaja con dos goles antes del descanso. Los verdiblancos sabían que el balón parado y el contragolpe eran las mejores armas de los bretones. Pero como si nada.
A los 21’ Bensebaini remataba un córner a placer y solo ocho minutos después, una pérdida en campo rival dio pie a una contra por la izquierda de los franceses -muy desprotegida por Joaquín- y un pase franco a Sarr al otro lado, cuyo centro chut mandó a las mallas Hunou.
Para que no le faltara perejil a la repetición de la película, Lo Celso fue el encargado de acortar distancias, al culminar una excelente combinación entre Jesé -que vuelve por sus fueros- y Canales, con pase final del cántabro que mandó a la red el argentino a puerta vacía. Un gol que daba vida a los béticos, pues solo necesitaban otro para pasar cuando se fueron al descanso. Pero esta vez no hubo manera.
Solo Jesé era capaz de desequilibrar con sus carreras y regates a la zaga francesa, que en esta ocasión no dio las facilidades que había dado una semana antes en Rennes. El canario fue el mejor argumento ofensivo de los béticos, pero no estuvo fino a la hora del remate.
Naufragio general
Guardado naufragó por completo en la banda izquierda, como volvió a hacerlo Loren en punta, y los numerosos centros de Joaquín rara vez encontraron rematador. Sergio León gozó de casi media hora y apenas tocó un balón, claro síntoma de la impotencia de un Betis que evidenció no estar preparado para tres competiciones. Ayer se despidió de la primera