EL TRIDENTE YA ESTÁ AQUÍ
→ Un Barça magnífico hundió al Eibar gracias a la letal conexión entre Griezmann, Messi y Suárez y a un De Jong poderoso → Los tres se repartieron los tantos en su primera gran exhibición, logrando la cuarta victoria seguida en Liga
→ El nuevo tridente del Barça se dio a conocer al mundo en Ipurua. Griezmann, Suárez y Messi sólo habían coincidido unos ratos ante Dortmund, Granada y Villarreal pero fue frente el Eibar, a la vuelta del parón FIFA, cuando descubrieron que mezclan bien, que hay química entre ellos y que procesan el fútbol de la misma manera. En un partido estresante, intenso y divertido, con un De Jong magnífico en todo, los tres se repartieron los goles y la satisfacción de situar al equipo líder . El segundo y el tercer tanto lo idearon y ejecutaron entre los tres, señal de que se va por el camino correcto.
El Barça está de enhorabuena. Aquella foto del tridente con Neymar, tan recordada durante el verano, puede ser ya sustituida por otra con Griezmann. Al menos, momentáneamente. El francés, autor de una asistencias e ideólogo de otro gol, pertrechó su mejor actuación lejos del Camp Nou y demostró que su adaptación va viento en popa. Esta vez, el argentino y el uruguayo lograron conectar con él y, sobre todo, entenderle. No es como el brasileño pero puede ser un componente ideal.
A Valverde le dio tiempo de barruntar bien el once y llegó a la conclusión de no alterar el orden establecido. La sorpresa, más que novedad, fue ver a Umtiti al lado de Lenglet por la sanción de Piqué. El central salía de una lesión y el técnico acostumbra a demorar las reapariciones. Esta vez no, y el campeón del mundo supo corresponderle con una actuación extremadamente solvente.
El Barça, fiable, nada que ver con el del inicio de temporada, apenas tardó un cuarto de hora en dar con la portería de Dmitrovic. Fue en una jugada en vertical, la única fórmula para sacudirse la presión y la organización armera. Lenglet lanzó en largo, De Blasis, un extremo reconvertido en lateral, resbaló con estrépito y Griezmann definió recordando la mejor de sus virtudes. Antes, el Eibar se entregó a los centros pero los remates o no llegaban o salían alto, como uno de Pedro León. En cambio, el Barça se entretenía en combinar y en ejecutar transiciones con coherencia. El equipo azulgrana se reconocía.
Para Messi, el partido cogía buen tono. Y aunque en ocasiones no se le veía cómodo, falto de la marcha definitiva, supo estar donde le convenía en cada momento. La mayoría de las veces por el centro del campo, que le permitía una mejor perspectiva sobre Suárez y Griezmann, aunque con quien mejor se asoció fue con De Jong. Fruto de ese entendimiento, Leo tuvo un cara a cara con Dmitrovic que el portero del Eibar resolvió con estilo estirando la manopla al regate de Leo. El premio llegaría después.
Sergi Roberto, ‘tocado’
A Valverde ya le gustaba lo que veía pero se vio obligado a tocar su ideario dando entrada a Semedo por un ‘tocado’ Sergi Roberto. En el fondo nada cambiaba porque el Barça seguía con el mismo tono autoritario y talante ofensivo. Con Arthur asemejándose a Xavi y De Jong mostrándose como un futbolista completo, brillante, recuperando y funcionando como un radar. Pudo firmar el segundo pero el VAR anuló una triangulación perfecta del tridente con vaselina final de Suárez. El arbitraje estropeó el tanto pero no evitó el preludio de lo que estaba por llegar. Otra vez, en otra combinación de los tres en el interior del área, Messi puso la sentencia y adornó el mal sueño del Eibar y de Mendilibar. Las cifras son para tragar saliva. En 10 partidos de Liga ha marcado 16 goles, con un promedio algo inferior a los dos tantos. En Ipurua, campo difícil, van nueve y a Mendilibar, 25.
El tridente se lo había tomado muy en serio y no tuvo piedad de los riesgos que tomaba el Eibar. En otra jugada exhibiendo un entendimiento extraordinario, fabricó el tercero. Un balón en profundidad de Griezmann para Messi y regalo del argentino en un pase medido. Suárez sólo tuvo que empujar la victoria. Ahora, la Champions ●