El Liverpool se acerca a su sueño
→ El cuadro de Klopp se impuso al United en Anfield, incapaz de estropear su racha pese a la buena imagen en el tramo final
Liverpool, 2
Alisson; Alexander-arno., J. Gomez, V. Van Dijk, A. Robertson; J. Henderson, A. Oxlade-cham. (A. Lallana, 66'), G. Wijnaldum; M. Salah, R. Firmino (D. Origi, 83'), S. Mané (Fabinho, 83')
Manunited, 0
D. De Gea; V. Lindelöf, H. Maguire, L. Shaw (D. Dalot, 87'); Fred, N. Matic, A. Wan-bissaka, A. Pereira (J. Mata, 74'), B. Williams (M. Greenwood, 74'); D. James, A. Martial
Goles: 1-0 V. Van Dijk (14'), 2-0 M. Salah (93')
Tarjetas: AMARILLAS: N. Matic (8'), D. De Gea (25'), L. Shaw (72'), M. Salah (94')
Árbitro: Craig Pawson
Espectadores: 52.916 en Anfield
→ Se le va a hacer larga la espera al resto mientras el Liverpool se relame descontando fechas para ser campeón. Tiene la Premier en el bolsillo, inmortal otra semana más. Con angustia, el líder se impuso al United, su enemigo por antonomasia. El equipo que más le ha hecho sufrir en Inglaterra desde el inicio de curso, superado el escollo gracias a un brillante Van Dijk y un tanto en el último suspiro de Salah para sentenciar el clásico y el campeonato (2-0).
Muchos se llevaron las manos a la cabeza con la inversión del Liverpool por Van Dijk. Era mucho dinero. Una apuesta cuanto menos arriesgada. Dos años después, en Anfield no recuerdan cuánto costó. No es un central más. No es un jugador cualquiera. Se habla y se pondera al tridente pero no se puede entender el éxito del líder en Inglaterra sin su mariscal, santo y seña de un equipo organizado a través del 4.
Van Dijk es un titán. No se conforma con ser el mejor de la retaguardia sino que además compite para ser un buen ariete. Rey en el salto, se impuso a Williams en un saque de esquina que descorchó el clásico. Cambió Solskjaer la fisonomía del cuadro de Manchester, concebido para arroparse en Anfield. No fue mala idea hasta que dictó sentencia Van Dijk, punto de ebullición de un Liverpool incansable. Apenas dejó respirar a un United al que le quemó el cuero y que jugó al compás, siempre a merced del líder.
Se apagó pronto la personalidad de un United sostenido por De Gea y por el VAR. Aconsejado por la revisión, el colegiado anuló el 2-0 de Firmino por una falta previa de Van Dijk sobre De Gea. Se libró también de un gol de Wijnaldum, invalidado por un fuera de juego milimétrico. Anduvo en el alambre, suspiró tras un error insospechado de Salah y por un remate de Henderson a la madera.
Le quedan algunas semanas para refrendar esa sensación general de que tarde o temprano se va a coronar en liga. Y tiene que evitar despistes o invitaciones al empate como las que le ofreció al United. Martial perdonó el 1-1, principio del cambio de guion de un encuentro en el que el líder perdió fuelle frente a un rival que creció en el tramo final. No quería irse de vacío, sabedor de que no estaba todo perdido.
Entraron Mata y Greenwood para aprovechar la tendencia a fa- vor de un United que logró intimi- dar a Anfield. Aunque el líder se reivindicó con un pase de Alisson a Salah en la última jugada. De puerta a puerta. La sentencia del egipcio desató la pasión en An- field, que se desgañitó celebrando de forma anticipada una Premier que merecen desde hace tiempo ●