SÍ SE PUEDE
→ El Espanyol tira de orgullo ante la adversidad y logra un balsámico triunfo a domicilio ante el Villarreal → Los de Abelardo, apoyados por 3.000 pericos en la grada, resisten media hora en inferioridad numérica
El Espanyol no saldrá de la zona de descenso de un día para otro, pero sin duda que de la mano del ‘Pitu’ Abelardo ha encontrado el camino correcto para hacerlo. Buen ejemplo de ello es el balsámico y sufridísimo triunfo que logró ayer en Vilareal teniendo que resistir durante más de media hora en inferioridad numérica para acabar venciendo por un meritorio 1-2.
Una sola permuta aconteció entre el ‘once’ planteado en el derbi frente al Barça en el debut de Abelardo y el alineado ayer. Entró, como era de esperar, Raúl de Tomás para formar dupla de ataque con Calleri, desplazando a Darder a la línea de medios en lugar de Víctor Gómez. Y la apuesta le salió bien al ‘Pitu’ en lo que respecta al tramo inicial, porque desde que el balón echó a rodar por el mojado césped de La Cerámica, fue el Espanyol y no el Villarreal el primero en dar un paso al frente en busca del gol.
Fruto de ese atrevimiento mezclado con la necesidad del que quiere salir del pozo llegó el primer tanto del encuentro cuando ni siquiera se habían cumplido cinco minutos. Fue en un córner botado por Darder que Naldo peinó hacia atrás para que, en el segundo palo, David López lo enviase al fondo de las mallas ante un impotente Asenjo. Lo hizo con la cabeza, pero tal y como ocurrió ante el Barça, ayudado por el corazón blanquiazul del que sin duda es uno de los grandes estandartes de este equipo.
Al Villarreal el golpe le hizo daño, y cuando apenas lo había asimilado estuvo cerca de encajar un segundo. Porque en el 8’, y aprovechando el empuje de un fulgurante ataque cargado de fe en la permanencia, De Tomás, asistido por Darder, dispuso de un doble remate que no acabó siendo el 0-2 de milagro. Lo evitó Pau Torres, primero con su pierna izquierda y después con una mano que ni el árbitro ni el VAR estimaron suficiente para señalar el punto de penalti.
A partir de ahí, los de Calleja despertaron ligeramente de su particular siesta y poco a poco el duelo se fue equilibrando, pero se llegó al descanso con 0-1 en el marcador. Y en el segundo minuto de la reanudación el Espanyol dobló su ventaja al cabecear a la red De Tomás un servicio de Calleri desde la derecha.
Parecía entonces que el triunfo perico estaba encarrilado, pero nada más lejos de la realidad. En el 59’ Javi López vio la segunda amarilla por una mano (tan involuntaria como la de Pau Torres en el 8’) dentro del área, y Cazorla hizo el 1-2 desde el punto fatídico.
La madera, del lado perico
El Villarreal, como no podía ser de otra manera, apretó. Y Cazorla, Bacca y Ontiveros, incluyendo dos ‘intervenciones’ de la madera del arco defendido por Diego López, amenazaron seriamente con lograr el 2-2 en un final de partido trepidante. Pero el temido empate nunca llegó, facilitando una explosión de júbilo final en los 3.000 valientes que acompañaron al Espanyol hasta Vila-real. Este equipo está muy vivo, y ni mucho menos tiene asegurada la salvación, pero sí está predispuesto a lograr la misma ●
Los blanquiazules acumulaban 9 partidos de Liga sin ganar (desde el 27 de octubre)