Abi sigue: pacto a la catalana
Ante la inminencia de una ‘final’ ante el Athletic a nadie interesaba el pringue de cabezas rodando. A Messi para no cargar con el estigma de astro endiosado que dispara a discreción y a Bartomeu para zanjar con una paz de conveniencia una crisis parcheada que ya se verá por dónde sale. Abidal no dimitió, pero será complicado que vuelva a llamar a la puerta del vestuario. Bartomeu cerró la refriega a su manera, como era de esperar, a la catalana, minimizando la gravedad y escondiendo la broza bajo la alfombra. Hoy no le dará ninguna importancia al caso y sonreirá afablemente a toda la expedición en Bilbao, a Abidal ,a Messi, a jugadores y directivos y, si hay suerte y el Barça soporta con entereza el implacable ambiente de San Mamés y pasa a las semifinales de Copa, todo se habrá dado por bien empleado. A Setién se le debería agradecer torear con habilidad una rueda de prensa canina que le correspondía dar a alguien de las alturas que el técnico cántabro amansó con su verbo sin dobleces.
EL PRESIDENTE ES UN EXPERTO EN apagar incendios como el provocado por la pelea entre Luis Enrique y Messi en enero de 2015 que se visualizó en Anoeta. De aquella paz vino el Triplete. Abidal siguió este miércoles ejerciendo el cargo afinando el fichaje que vendrá por Dembélé y hoy acompañará a Umtiti a los juzgados por el lío de la demanda con su casero. Pero sus acusaciones a parte de la plantilla le acabarán pasando factura y si sigue es por la falta de un vicepresidente deportivo y de la figura de un manager desde que se marchó Pep Segura.
EL BARÇA ES EN ESTOS MOMENTOS UN club que navega sobre el furioso oleaje de las elecciones previstas en 2021. No es inmune a las interpretaciones interesadas que se hacen sobre cualquier detalle de Leo ni del dramatismo sobreactuado que llega desde afuera. Los errores, muchos, como el de debilitar la plantilla este enero y de hacer pasar por un crack al desconocido Trincao, están ahí. Esta noche los jugadores tienen la palabra ●