Semanas sin goles, domingos sin sol
Esta semana debería ser la de la última tregua antes de la traca de final de temporada. Ese incómodo parón de marzo que tanto estorba a los que preferimos las competiciones de clubs y que a veces pasa factura en forma de virus FIFA. La realidad no puede ser más descarnada. El virus es una pandemia letal y las incómodas vacaciones forzadas ya van por la tercera semana. Días sin goles que son como domingos sin sol. Pasado el efecto novedad, a los futbolistas les toca trabajar cada vez más la mente y la motivación para seguir manteniendo el tono físico con la incertidumbre de cuándo volverá el futbol.
El presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, ha dibujado tres posibles escenarios: volver en mayo, reanudar la competición en junio, y jugar durante el verano. Tampoco descartan terminar a principios de la siguiente campaña. Y quizás esta extraña opción empieza a ser la más realista. Si nos fijamos en la Superliga
China, a la que el brote de Covid19 sorprendió en pretemporada, recién acaban de volver a los entrenamientos y no se plantean empezar la competición hasta mayo -debía comenzar el primer fin de semana de marzo-. Si China ha necesitado casi cinco meses para empezar a pensar en futbol, el panorama aquí no es nada halagüeño.
Cuando vuelva la normalidad en lo realmente importante, la salud, será el momento de los consensos, la generosidad y de la búsqueda de soluciones. El futbol volverá y debe servir para reactivar la economía y para ser solidario con la sociedad.
Muchos futbolistas y clubs ya lo están siendo de forma individual. Deberán sumarse también las Ligas y los organismos que rigen el deporte, utilizando su amplia repercusión y los millones que generan para ayudar a la crisis económica que seguirá a la sanitaria ●