El salto del Vilarreal
La llegada de Take Kubo, Dani Parejo y Francis Coquelin al Villarreal cubre la marcha de Santi Cazorla y permite alimentar esperanzas de un futuro todavía mejor para un equipo renovado y que de la mano de Unai Emery aspira a romper sus propios límites
Unai Emery ha heredado de Javi Calleja un Villarreal europeo. El técnico guipuzcoano regresa a Laliga Santander con el reto de mantener el gran nivel del ‘submarino’ en la anterior temporada pero con un equipo casi nuevo en su cuadro de mandos. Y no sólo por el relevo en el banquillo, sino por la renovación de ‘cromos’ que tendrá lugar en su zona de máquinas.
La sensible baja de Santi Cazorla, recuperado para el fútbol en la Cerámica cuando muchos no daban ya un euro por el asturiano, que buscará su fortuna ahora en el Alsaad qatarí de Xavi Hernández, amenazaba con convertirse en un pesado lastre para el cuadro ‘groguet’. Un equipo que despidió también, en los últimos estertores de la Liga más larga de la historia, a Bruno Soriano, pese a que este, maltratado también por las lesiones, no tuvo el peso específico en el equipo que hubiera deseado todo el mundo.
Sin embargo, en unas pocas horas el Villarreal parece haber encontrado solución a la vía de agua abierta en esa zona del campo. Con la llegada confirmada de Take Kubo y las previstas de Dani Parejo y Francis Coquelin todo apunta a que el equipo iniciará la campaña si no en mejores condiciones de las que acabó la anterior sí como mínimo en las mismas. Y esto ya es decir mucho.
Del japonés, cedido una temporada por el Real Madrid tras un primer año de ‘Erasmus’ en el Mallorca, se espera que confirme todo lo bueno apuntado en Son Moix. A sus 19 años recién cumplidos el Villarreal puede ser el marco perfecto para su definitiva eclosión y confirmación como ese auténtico talento del fútbol que se ha dejado entrever estos últimos cursos. El escenario de un equipo europeo, con un entrenador amante del buen fútbol y unos complementos acordes a su calidad permiten augurar que este puede ser su gran año. O su primer gran año.
Contará el joven nipón con la experiencia de un
Dani Parejo que a sus 31 años llega a la Cerámica ‘regalado’ por el Valencia pero en su plenitud futbolística. Y estas, en un futbolista como Parejo, son palabras mayores.
A su indudable calidad, el de Coslada añade unas innatas dotes de liderazgo que bien pueden servirle para asumir ese papel de pieza clave del equipo que la marcha de Cazorla ha dejado vacante en la Cerámica. Con una diestra superdotada, el centrocampista contará además con la motivación añadida de demostrar a los responsables del Valencia el tremendo error cometido al abrirle la puerta de salida sin más razón aparente (descartada la deportiva) que la económica o la de unas diferencias personales jamás válidas en este tipo de situaciones.
En cualquier caso se relame ya el aficionado del Villarreal con la perspectiva de un equipo reforzado y mejorado, capaz a priori de superar el elevado listón del curso anterior. Si a las piezas citadas se añaden las de un Gerard Moreno que con 18 goles el curso 2019-20 firmó su mejor registro en Primera; la de un
Óscar Rodríguez que es pieza solicitada por el propio Unai Emery ;yladeun
Anguissa que tras jugar 36 partidos de Liga se reveló como piedra angular del equipo pero cuya continuidad depende de los 25 millones de su opción de compra firmada con el Fulham, en la Cerámica tienen licencia para soñar
Mantener la eficacia goleadora de Gerard y la fortaleza de Anguissa, claves