DURO GOLPE
Un accidente de última hora impide a Fernando Alonso poner el broche de oro a un gran segundo día Finalizó octavo, mostrando su candidatura a la victoria antes de irse contra el muro; Palou, 5º al final
De un plumazo. Inesperado. Cuando todo iba rodado. Así son los muros de Indianápolis. Te ganas su confianza poco a poco a medida que pasan las vueltas. Y cuando ya los rozas, los besas, los acaricias, en una milésima de segundo, la ilusión de todo un día queda reducida a pedazos junto a las de tu coche. Esa es la épica del óvalo más famoso del mundo. El tentar la suerte constantemente ante sus temibles paredes a más de 370 kilómetros por hora, dando vueltas sin parar a rebufo de otros coches, compartiendo pista con 32 monoplazas más y a la vez trabajando en los reglajes y en preparar una carrera histórica. Y así es como Fernando Alonso pasó de tener una jornada redonda, a encontrarse con una piedra en el camino, un golpe inesperado al chocarse contra el muro exterior del famoso óvalo a toda velocidad.
El español había completado 126 giros, el tercero que más vueltas había dado en un día realmente positivo para el español. Pero en su giro 127, Indianápolis le dio un aviso. Perdió el agarre en el interior de una curva y se fue hacia el muro exterior. El impacto fue tal que rebotó cruzando la pista y entrando por inercia al carril de boxes, pero por suerte, saliendo por su propio pie del monoplaza.
El español estaba afinando, lo había hecho todo bien hasta el momento y en su mirada había el fuego de los grandes días. Solo el incidente, a falta de 40 minutos por terminar una sesión de 6 horas y media, le impidió poner el broche de oro a un gran día, ilusionante hasta ese momento. Pero para eso están los entrenamientos, para fallar y aprender de los errores antes de la clasificación de mañana y la carrera del día 23. Y este choque no debe dejar en el olvido que ayer demostró estar listo para el asalto al triunfo en las 500 Millas.
Veloz y constante
Se encargó de que este mensaje le llegara a todos sus oponentes. Les debió quedar muy claro que el ovetense debe estar en la pomada en carrera, ya que antes, Fernando hizo todo lo que lo que hay que hacer para seguir dando pasos al frente.
Fue rápido desde el inicio, marcando el cuarto mejor registro por aquel entonces en sus primeros giros, una posición que mantendría hasta las dos últimas horas, cuando Herta y Andretti le relegaron a la sexta plaza. Pero en ese instante, el asturiano tenía otros planes. Lejos de ir a por una vuelta rápida, estaba enfocado en trabajar en los reglajes de la carrera y en los juegos de rebufo, consciente de que en la práctica de hoy deberá centrarse en preparar la ‘qualy’ de mañana y que tendrá pocos libres más para centrarse en estos aspectos.
Hizo la 7ª mejor vuelta sin rebufo, demostrando potencial, y rodó como una peonza en el tráfico. Su ingeniero, Craig Hampson, no lo dudaba:“si le damos un buen coche, puede ganar la carrera”. Pero llegó el accidente, un aviso. Tras él, dos pilotos aprovecharon para superar al asturiano, que finalizó 8º. Uno de ellos fue el catalán Alex Palou, que se centró todo el día en trabajar para la carrera y al final sorprendió colocándose 5º. Alonso y Palou saldrán hoy a por todas para preparar la ‘qualy’ de mañana ●