Un presidente realista

l Barça de Ronald Koeman ha reanimado a un Barça humillado y descentrado como consecuencia del destrozo de Lisboa ante el Bayern. La recuperación se detecta en las sonrisas de Messi y Griezmann, en las victorias y en la posición en los puestos de Champions de la Liga. También en la incorporación de jóvenes jugadores que han reducido en cuatro años la media de edad del primer equipo. Ha conseguido una estupenda mezcla entre el vino añejo y el vino nuevo. Pedri encarna la calidad y el éxito de la juventud. Puede conseguir el primer título en unos días. La marcha del equipo no será el gran debate de la campaña electoral del 24 de enero, si las autoridades sanitarias y políticas no lo impiden con razones objetivamente sólidas. A mi juicio, ¿qué presidente necesita el Barça? Alguien que sepa interpretar los signos de los nuevos tiempos y que sepa gestionar el extraordinario bajón de los ingresos que se dibuja en el horizonte.

El Barça, como muchas instituciones de carácter público, tiene que reducir drásticamente su presupuesto, bajar los sueldos astronómicos, renegociarlo todo, porque entramos en un periodo más o menos largo de vacas flacas.

Con este programa posiblemente no se ganará la presidencia. Pero es el que más conviene el club que tiene que evitar, a toda costa, que la propiedad no sea arrebatada de los socios y caiga en manos de fondos de inversión, buitres o no, que compran clubes emblemáticos en toda Europa para blanquear fortunas oscuras, regímenes autoritarios o simplemente como operaciones de inversión. El Barça no puede vender su alma por dinero ●