El club pidió a los candidatos que presentasen las firmas
Benedito, Farré, Fernández Alà, Riera y Vilajoana no pasaron el corte. El fracaso de Vilajoana tiene la explicación del continuismo. Aunque quisiera sacarse la etiqueta de encima, era el único que estuvo hasta el último día con Bartomeu y esto se paga. Más sorprendente es el revolcón de Jordi Farré. Héroe de la moción contra Bartomeu, recogió 20.687 firmas y, luego, no ha aprovechado ni el tirón ni la base de datos para llegar a las 2.257 requeridas. Sin embargo, ambos fueron al club y entregaron sus firmas insuficientes. Como debe ser, por responsabilidad y seriedad. Agustí Benedito no lo hizo. A pesar de que el club, a través del director del área social, había pedido explícitamente a los nueve precandidatos que depositasen las firmas en la OAB para verificarlas y destruirlas, protegiendo el derecho y los datos de los socios, Benedito no se presentó. Hizo oídos sordos a Pere Jansà y quemó las papeletas sin pasar por el club. Bien hacen Freixa y Font en reclamar un escrupuloso proceso de validación. El anticuado sistema de recogida de avales permite el mercadeo de carnets, falsificaciones e intentos de ventas de firmas en bloque (a docenas o a centenares) que bien hará la nueva junta a cambiar los Estatutos para poner seguridad y transparencia a algo tan serio como elegir presidente ●