La Copa molesta a los grandes
Ahora el lío lo tenemos en las vacunas, que si los alcaldes, diputados, gente del ejército de alta graduación y vete a saber cuántos más se han colado en esta espera internacional de que te apliquen ya la vacuna. Es la miseria humana, es el miedo, es lo que estamos viviendo con una pandemia muy dura y también con unos medios muy influenciados por la situación y que llegan a crear influencias negativas en muchos ciudadanos. Tranquilidad, precaución, nos toca vivir esto y hay que tener mucha paciencia. Así tiene que ser.
Mientras, hemos vivido la semana loca de la Copa. Empezó el Atlético de Madrid hace unos días palmando de forma sorpresiva en el campo del Cornellà. Lo del Madrid en Alcoy se me hace difícil de explicar y de entender. Un grupo de profesionales de primer nivel están ganando el partido, falta poco para acabar, no lo controlan, les empatan, prórroga y, con un jugador menos, su adversario les tira de la competición. Una novela de horror futbolístico no lo habría construido mejor.
En este ambiente llegó el partido de Cornellà, el ‘matagigantes’, y Koeman, con buen criterio, presenta una alineación casi titular. No hay goles, todo posible, hay penaltis, los blaugrana fallamos dos, o el portero visitante los para, y empieza la duda de que a ver si otro grande va a caer.
Al final un zambombazo de Dembélé tumba la situación y pasa página. Durante muchos años la Copa fue una competición muy seguida y muy apreciada. Terminaba la Liga en el mes de mayo y empezaban las eliminatorias de Copa, que terminaba en una gran final hacia finales de junio. Durante muchos años la localidad se elegía en función de dónde se encontraba Franco. Porque entonces era la Copa del Generalísimo, toma ya.
Con la llegada de más equipos a Primera División y más competiciones europeas, la Copa ha ido como sobrando, como que son demasiados partidos para los grandes, y ahora se ha buscado este matamata a un solo partido y en campo del equipo inferior. Es otra cosa. Tiene su parte de diversión pero los grandes cada vez le darán menos importancia por la gran cantidad de partidos que disputan en una temporada.
Del encuentro ante el Elche no mucho que comentar pero al menos fue en clave positiva. Era un partido trampa por la clasificación del rival, que lucha por evitar el descenso, por la hora del partido, que invitaba más a dormitar que a jugar, y porque el Barça llevaba tres prórrogas seguidas. Pese a todo, el equipo de consiguió un buen triunfo tirando de oficio en el que demostró que sigue en línea ascendente y se estrenó como goleador azulgrana. Seguimos sumando que es lo que cuenta